La frialdad de una película hot
Por Ana Josefa Silva
Hay algo que no funciona en una película que requiere de un folleto explicativo (o dicho de otro modo, de una información que no está en ella misma).
Es lo que ocurre con “SHAME”, un largometraje con pergaminos de indie (más bien, que se disfraza de independiente), que tiene a un protagonista que deambula por alguna parte, con un nihilismo á la mode , con crisis existencial indeterminada e imprecisa y cuyo tránsito (por la vida y por la película) termina de una forma más o menos parecida a como comenzó.
En este caso, Brandon (Michael Fassbender, “X-Men: Primera generación”) provee un elemento adicional: es (supuestamente) un adicto al sexo, dato que ha sido clave para la polémica, esa delicia publicitaria cada vez más escasa de conseguir en este descreído siglo XXI. Que la cadena Cinemark no la acepte en sus salas ha operado como un trampolín para una cinta que de otro modo se habría perdido, para los públicos masivos, entre butacas de cine-arte (sin saber si ese es tampoco su sitio).
La idea parece atractiva.
En sociedades individualistas totalmente liberales en términos sexuales, ¿cuándo se puede calificar como patológica, peligrosa, autodestructiva, la conducta de un sujeto en estas materias?
Cuando el sexo casual es parte de la normalidad de las relaciones y el consumo de pornografía está profusamente difundido ¿cómo se establece el límite entre lo aceptable y lo execrable? ¿Quién dice qué es promiscuo y qué es normal?
Al director y guionista británico Steve McQueen (ninguna relación con el actor) hay que darle ese mérito, el lanzar esas preguntas. Hay que agregar que además, si bien el filme es muy crudo, está muy lejos de ser un pretexto para mostrar escenas de alto voltaje. Al contrario: es sorprendente que con el tema que se trae entre manos no resulte más explícito. De hecho, podrá resultar una desilusión para quien vaya al cine buscando escenas de cama: a pesar de todo lo hot del argumento, esta es una película más bien fría, turbia…
Brandon es un tipo que se provee de todo el material pornográfico posible (y en distintos soportes), junto con establecer contacto sexual pagado o consentido indistintamente. Esto ya le está empezando a acarrear algunos problemas en su trabajo. Fuera de la oficina, su único contacto es con su hermana Sissy (Carey Mulligan, también coprotagonista de “Drive”), una chica por lo menos singular, con quien mantiene una también singular relación, de pasado nebuloso, con aroma a incesto.
A medida que camina el metraje, Brandon pierde cada vez más sus márgenes. Sissy juega, en este sentido, una función evidentemente desestabilizadora.
El mayor problema del filme es que este relato se desliza plano, incluso algo monótono y con ciertas escenas reiterativas (los viajes en metro, las caminatas por Nueva York). A la vez, la información que pudo ser significativa carece de una densidad mínima que logre establecer alguna suerte de empatía con el espectador.
De la promesa de indagar en la adicción al sexo -de la que sólo habíamos tenido noticias, con una mueca de sorna, a causa de Michael Douglas-, muy poco. O casi nada. De las preguntas planteadas más arriba, ninguna respuesta posible.
¿Qué le ocurre a Brandon, qué lo moviliza, qué busca? No sabemos. Y esto no es una película de misterio.
“SHAME”
Reparto: Michael Fassbender, Carey Mulligan.
Dirección: Steve McQueen.
Reino Unido, 2011.
Duración: 101 minutos.
MAYORES DE 18 AÑOS
INTERESANTE
La película a veces no deja claro que si es problemas de adicción o identidad sexual… Deja confusión, a pesar de las excelentes actuaciones de Michael Fassbender y Carrey Mulligan, pero la película ni es buena ni mala.
MMMMMMMMMMMMMMMM y entonces la película es buena o es mala? y en palabras simples por favor.- slds
La critica es propia de una vision conservadora, que concentra sus comentarios en lo que la pelicula no es, la tesis del director es otra, hay gente que no entiende nada y ademas critica.
Las escenas sexuales pasan a un segundo plano, en realidad toda la tematica sexual es secundaria, la pelicula es una fuertisima descripción del vacio de la existencia, casi sin posibilidades de redención. A ratos, angustiante, mérito de la notable actuación de Michael Fassbender. Carey Mulligan también esta excelente. Hay que atreverse a verla.
INTERESANTE FILM…..CASI LOGRA SER UNA GRAN PELICULA! SUS PRETENCIONES DE SER DUEÑA DE LA VERDAD EN UNA ADICCION CADA VEZ MAS COMUN, CONSPIRA CONTRA SU RESULTADO….DE TODAS FORMAS ES UNA CINTA QUE CONVIENE VER!
JORGE URIBE ALVAREZ, ESPECIALISTA EN CINE.
juribea59@gmail.com