Dicen que la ambición y la maldad también se heredan. Por lo menos así quedó demostrado con el regreso de “Dallas”, ese mítico melodrama norteamericano que causó furor entre fines de los setenta y principios de los noventa y que hoy está de vuelta, en un noble intento por resucitar el fenómeno.
Warner y TNT, en una suerte de alianza, ponen en pantalla nuevamente las desventuras, conflictos y luchas de poder de la familia Ewing, dueños de una poderosa compañía petrolera y un influyente apellido a nivel social.
Si bien, esta suerte de homenaje (Ojo! No es un remake, retoma la historia de la serie original y le da una continuidad) tienen nuevos protagonistas, nos presenta nuevamente a los ya reconocidos personajes centrales del culebrón que marco la época de oro de las teleseries en “versión gringa”.
La nueva apuesta puso en el tablero a los insignes del melodrama. Villano a rabiar incluido… porque si se trata de un símbolo reconocible de la maldad en TV, podemos hablar abiertamente de J.R. (interpretado por Larry Hagman, reconocido también por su protagónico en la serie “Mi bella genio”). Frío, calculado, sínico y con un solo objetivo claro: obtener el poder absoluto de la industria familiar, el mayor de los Ewing reaparece en gloria y majestad… aunque con más cejas que cabello, bueno… el tiempo no pasa en vano (Hagman está por cumplir 81 años).
A su lado, su eterno rival, su hermano menor, “Bobby” Ewing, interpretado nuevamente por Patrick Duffy (“Paso a paso”). Galán, vividor y personaje querido por la audiencia. De seguro lo han puesto de regreso para probar si causa el mismo efecto de antaño, cuando la producción resucito a su personaje a petición del publico (¡literalmente!, Bobby había muerto, así que usando mil y una triquiñuelas, lo volvieron a incluir en la historia).
También está presente, entre otros estandartes del viejo “Dallas”, Sue Ellen Ewing (Linda Gray), esposa de J.R.
Pero la trama de esta nueva generación radica en la herencia del poder, las intrigas y las traiciones, que esta vez caen sobre los hombres de los hijos de J.R y “Bobby”, John Ross Ewing III (Josh Henderson) y Christopher Ewing (Jesse Metcalfe), este último adoptado por el personaje interpretado por Duffy.
Los primos Ewing se enfrentan por el control de la empresa, la que deberá definir su postura ante las energías renovables, lo que pondrá aun más leña al conflicto entre ambos, ya que John quiere explotar el petróleo que hay en el rancho de Southfork (si! Southfork sigue siendo el escenario principal de la serie), con la misma fuerza y carácter que lo hacía su padre en los ochenta mientras Christopher aboga por la nueva alternativa energética.
Es en este ámbito en que veremos la participación de nuestra Leonor Varela, quien se enfunda en elegantes trajes para representar a una compañía defensora del medio ambiente, producto de lo que tendrá más de un encuentro con los magnates tejanos.
Pero Leonor no es la única musa de esta nueva generación. También se puede ver en pantalla a Jordana Brewster (“Rápido y Furioso”), como la novia de John, Elena Ramos.
El melodrama llegó con todo, con el viejo estilo que mantuvo a “Dallas” por 14 temporadas al aire, pero en un contexto moderno, adornado con el uso de la tecnología cotidiana y los temas que hoy recorren el mundo (nótese la dinámica costo – beneficio que se usa para tratar el tema de las energías renovables).
Hay que darle tiempo a “Dallas: nueva generación”, promete… pero como dicen por ahí, “chiste repetido (…)”.
“Dallas: Nueva generación”
Reparto: Larry Hagman, Patrick Duffy, Linda Gray, Josh Henderson, Jesse Metcalfe, Leonor Varelav y Jordana Brewster.
Temporadas: 1 y contando.
Canal en Chile: Warner.
Puedes verla: Lunes 22:00 horas.
Un dato: El trío principal de la serie antigua, nunca más volvió a trabajar junto, hasta ahora. En cambio, los nuevos rivales, John y Christopher, vienen de tener apariciones importantes en la serie “Esposas desesperadas”.