Por Gema Swinburn
Hace años que Paula trabaja como artista y hace menos que investiga con tesón una nueva forma para conseguir los frutos que su instinto creador le guía y le impone. Es así como ha conseguido un sistema bastante propio. Si bien no sé cómo llamarlo, sé que se relaciona con el movimiento, con la inmediatez del gesto, con cuotas de azar y abstracción. Hoy expone en el Instituto Cultural de Las Condes (Apoquindo con Nuestra Señora de los Angeles, 1.er piso).
Paula no es una teórica. No le interesa saber a qué movimiento pertenece, si es o no parte de una generación, ni entender qué hay detrás de su obra de creación, ni por qué la hace. Le interesa pintar con ímpetu, involucrando todos sus sentidos y su cuerpo. Tiene un estilo donde la acción cobra real valor.
En su impecable y mínimo taller ubicado en una vieja casa de Vitacura no hay caballetes, ni estantes con pinturas, frascos con pinceles y pomos con barnices, no hay resinas o solventes. Más bien, no hay ni una sola repisa, como tampoco una mesa que soporte paletas, lápices, reglas o cualquier otro material. Nada de eso. La artista tensa la impecable tela blanca encima del suelo para luego plasmar su intervención. Este es el gran momento. El instante gravitante.
Paula, en estado de concentración, se mueve, se agacha, vierte con fuerza tiestos con pinturas y se lanza al espacio en una íntima relación (recuerdo a Jackson Pollock). Fruto de este intenso baile medio salvaje donde el material fluye, gotea y chorrea surge una pintura cargada de cromatismo, texturas, reflejos y enigmas, que deja ver un atractivo resultado que transmite sensaciones amables, estéticas, armónicas.
Esta acción, si bien puede ser consecuencia del azar, de un albur, de una casualidad, es también producto del control que Paula tiene en su proceso de creación artística. Vale decir, Paula y el azar son socios inseparables en esta brigada. O más bien, Paula domina lo impredecible.
¿Cuáles son los logros de esta odisea?
Primero que nada, obtiene una variada gama cromática, rica y poseedora de un abanico de matices y tonalidades. Segundo, consigue obras que tienen un marcado énfasis lineal, lo cual acentúa a sus pinturas un orden visual. Tercero, gracias a estos dos factores sus obras tienen una gran limpidez.
Hola Paula y Gema
Sólo quiero decirles que me encantan sus obras , son mágicas , maravillosas, felicitaciones por su trabajo.
Me encantaría ver alguna exposición , por favor si tiene un sitio web , les pido me den para saber cuándo y dónde puedo ir a ver las obras con mi hija. Somos amantes de la pintura y hace 2 años participamos de clases con la maestra Bárbara Mödinger en el Taller K de Klaudio Vidal.
Un abrazo