Por Marco Antonio de la Parra
@marcodelaparra
Vuelve a Chile y es un placer tenerla nuevamente con nosotros. Estuvo el 2010 con KÔRPER, un trabajo impresionante creado a partir de una minuciosa investigación del cuerpo y sus límites, extremos y peligros, parte de una trilogía que continuó con S, sobre el sexo y los vínculos, y noBODY sobre la muerte, el final, el momento en que el cuerpo se vuelve cadáver, el no-cuerpo.
Esta vez, esta coreógrafa, aclamada como la posible sucesora de Pina Bausch, se nos deja caer con la primera parte de la trilogía TRAVELOGUE o DIARIO DE VIAJE. Se trata de VEINTE PARA LAS OCHO, donde trabaja con una mirada particular la relación del movimiento humano y los objetos, sin dejar de incluir un absurdo sentido del humor, gran intensidad sensual y fuerza expresiva.
Su relación con la danza mezcla lo reflexivo con la investigación del movimiento humano. Lo cotidiano pasa de lo cómico a lo siniestro inspirada fuertemente por la mecánica corporal del cine mudo.
“Quiero mostrar la belleza de los objetos ordinarios, una belleza que ya dejamos de mirar”, afirma Sasha Waltz, dándole un nuevo sentido a la palabra belleza, más ligada a su permanente conexión con las artes contemporáneas, ya sea la música, la plástica o la arquitectura.
Su compañía Sasha Waltz & Guests fue fundada en Berlín, junto a su pareja Jochen Sandig, en 1993, fecha de la elaboración de DIARIO DE VIAJE, y ha tenido un periplo de giras y reconocimientos cuantiosos y espectaculares.
Con obras suyas se inauguró el DAVID CHIPPERFIELD’S MUSEUM en Berlín así como una creación de la discutida y muy original arquitecto Zaha Hadid, el MAXXI de Roma.
Su figura es número puesto y perseguido en los principales festivales europeos. Ha colaborado con 250 artistas y grupos de 25 países, con cerca de 20 producciones desde la fundación de su grupo.
Original hasta la médula, en España la llaman “la dama de los labios rojos”, subrayando su ánimo divertido y su reflexión rápida y ágil.
El montaje que veremos de DIARIO DE VIAJE cuenta con una nueva generación de bailarines recreando la apuesta original del año 1993.
Con Sasha Waltz todo es nuevo y sorprendente, una bellísima y amena oportunidad para acercarse a ese deslinde tan fino entre el teatro y la danza donde se confirma que todo actor es siempre un bailarín y que todo movimiento en un escenario es coreografía.
Estará en el Teatro Municipal de Santiago entre el viernes 4 y el domingo 6.