Por Ana Josefa Silva
@ana_josefa
Cinco horas.
Eso (y súmele unos 15 minutos también) se prolongó (arrastró) la primera jornada de Festival. Un deleite para los fans que aún conserva Maná –que obviamente anoche los había en cantidades– y para la parte de la galería que esperó hasta las 2.15 para ver a los venezolanos Chino & Nacho (mire que público hay para todo). La platea y el palco habían huido a tiempo…
Cuando se cerraron las transmisiones, a eso de las 3.15 de esta madrugada, se habían repartido antorchas y gaviotas de plata y oro a diestra y siniestra, muchas veces sin mediar provocación. Porque uno agradece que los animadores apuren la causa, pero de ahí a que sean ellos quienes la pidan antes que el público… Claro que anoche no solo no había monstruo, sino que parte de la tarea de Rafa y Eva fue despabilar a una galería que cantó y gritó como lo hace siempre, pero que nunca exigió (lo que se dice exigir) trofeo alguno. Si hasta la petición de “el beso” para los animadores fue después de las 2 de la madrugada.
La lamentable presentación de Hermógenes Conache fue la mejor prueba de que el monstruo anda de vacaciones. Fome y grosero (para decirlo de una) el humorista sacó aplausos –tibiones, pero aplausos al fin– de los benévolos espectadores cada 3 minutos, con chistes archiconocidos pero sobre todo mal contados.
Convengamos: una cosa es el doble sentido y otra la rotería. Tampoco importa tanto que uno se conozca el cuento –aunque lo menos que se espera de un humorista es que se le ocurran cosas divertidas–, pero lo que es imperdonable es que no sepa armar un relato. La antigua historia del cura que detesta a los argentinos, bien armada puede resultar muy jocosa (¿se acuerda de Sandy, el humorista boliviano al que la Quinta le “coreó” un chiste?).
De Maná hay que reconocer que suenan bien y afinados (aunque usted no lo crea, esto no siempre es obvio ni muy común), que tienen un montón de éxitos en muchas partes del mundo y que no se toman el escenario como un trámite (simpático el detalle del guitarreo en el sofá con dos fans).
Si alguien piensa que los mexicanos pueden ser monótonos, era cosa de esperar a Chino & Nacho, poperos melosos a ritmo de raggaetón, merengue y algo de bachata, al lado de ellos Maná es ¡puro rock! Prescindibles.
En el detalle, los mal y los bien:
Mal
-El bolero tipo bata de levantarse de Eva.
-Peor: el garabato que se le escuchó por no enterarse que tenía el micrófono abierto.
-¡Qué hacen esas bailarinas con tutú acompañando las canciones en competencia!
-La facha de Gloria Trevi.
-El vals colorinche de la obertura.
-Azzú (chilena en competencia internacional).
-Las banderas chilenas del show de Chino & Nacho.
Bien
-Tito Beltrán y Patricia Cifuentes cantando “El Brindis” de “La Traviata”, en medio de la galería.
-El Rafa en la performance-relleno de “el beso”.
-El jurado arriba del escenario y votando de cara al público.
-Francisca Valenzuela y Pancha Merino Valenzuela, estilosas.
-La voz (y la pinta) del intérprete venezolano.
este festival es el mas malo de la historia y lo peor es que el público que va a verlo demuestra que el buen gusto se fue por el desaguadero…que nos pasa?
Soy uruguayo y he visto el primer día del Festival.
Sinceramente no entiendo cómo puede invitarse a ese “humorista”a participar de tan importante evento;me dio toda la sensación que ese señor puede hacer ese tipo de humor en alguna cantina o en algun club de jub ilados pero en Viña?no….se equivocaron feo,fue un desprestigio para el Festival.
Saludos
Concuerdo con Ana Josefa.
Hermógenes Conhache pobre, ordinario y lleno de lugares conocidos para tratar de “calentar” a la típica galería de este país, por ejemplo la hermana que le decían Hidroaysén.
Araneda pobre en vocabulario y además panfletero: ” El “cómico” estuvo en Viña en los ochenta para alegrar este país que tanto lo necesitaba”. Uno de los autores de la canción chilena es de apellido Pinochet y prácticamente susurró el nombre. Increíble.
Estos animadores no están a la altura del Festival de Viña.
¿El humorista roto?, pufff, y donde estuviste el año pasado cuando los humoristas con suerte decían palabras entre medio de los garabatos?, es claro que hoy, al menos en el festival, sin groserías es muy difícil triunfar en el humor