Por Ana Josefa Silva V.
@ana_josefa
Se escucha “Duele, duele”, ese fugaz hit del igualmente volátil trío femenino chileno Frequencia Mod. Es la música con que se mueve en la pista de baile un grupo de hombres y mujeres que bordean los 60. Entre ellos, sentada en el bar frente a un pisco sour, de chaqueta, collar, corte de pelo al hombro y grandes anteojos, está Gloria (Paulina García). Toma un trago, se acerca a Joaquín (Sergio Hernández) y luego, juntos, se suman a los bailarines.
Así arranca la muy esperada película chilena “GLORIA”, que tantas satisfacciones internacionales le ha brindado a Sebastián Lelio, y que le significó a Paly García un Oso de Plata en Berlín a la mejor actriz.
Desde que entra a cámara, lo cual sucede en la primera escena, el personaje genera empatía. Gloria —es decir, la construcción que Paulina García hace de ella— establece una relación directa y cercana con el espectador. Es verosímil, cálida, espontánea, sencilla. Sin estridencias ni aspavientos de ninguna clase, esta chilena camina por el mundo y la vida que le tocó y ella misma ayudó a construir.
El filme de Lelio (“La sagrada familia”, “Navidad”, mucho más dramáticas y duras) describe certeramente cómo es que nuestra vida, o lo que hace nuestra memoria para describirla como tal, se teje alrededor de la cultura pop que nos inunda y acompaña casi imperceptiblemente. Es lo que nos permite construir un espacio compartido que traspasa largamente generaciones, porque se vivencian entre padres, hijos, incluso abuelos, mientras las cosas “importantes” (políticas, históricas, sociales) ocurren igual. ¿O es necesario estar cerca de los 60 años para reconocer y hasta tararear canciones de Myriam Hernández como “Tonto” y de Paloma San Basilio como “Libre”; o “Eres”, de Massiel, “Devórame otra vez” o “I feel love” de Donna Summer?
Claro que esta no es “La ventanita del recuerdo” de alguna radio para jubilados. La banda sonora de “Gloria” es otro de los importantes méritos del filme porque funciona en correlación con la historia. Y así como se baila al ritmo de “Agua que no has de beber” y “Todos los domingos” (La Sonora de Tommy Rey), también se escucha a Fernando Milagros, Adanowsky, Gepe, José Vicuña Quinteto, y se inscriben canciones originales de Matías Radic.
Porque la vida de Gloria no está detenida. Como miles de personas en el orbe, según indica la demografía, ella transita por una edad en que puede ser que ya se vaya de salida, pero es a la vez un momento en que a la persona le pueden restar 20 y hasta 30 años por delante por vivir. Y ella sí que los quiere vivir, y bien.
Si sus hijos están en sus propios trajines, pues ella va hacia ellos. Si está separada y sin pareja, pues ella va a los lugares donde la gente de su edad se encuentra. Si el vecino de departamento es un pelmazo de mucho cuidado, se las arregla para sobrevivirlo. No cualquiera es Gloria, ni todo el mundo exhibe ese cierto perseverante optimismo mezclado con resiliencia que la define, pero —y esto es lo maravillosamente bien logrado— también es una mujer muy corriente, como las hay muchas en Chile y en cualquier lugar de occidente.
Lo que crea Paulina García frente a esa cámara que no la suelta, no debería asombrarnos tanto: talento, presencia escénica y ese histrionismo suyo, tan profundo e intenso como sobrio a la vez, lo hemos visto con anterioridad (por ejemplo, en su inolvidable Raco de “Cárcel de Mujeres”). Pero si ya sabíamos de qué es capaz esta actriz de lujo, en “Gloria” se despliega en asombrosas e insospechadas cumbres histriónicas, que se funden en un todo armónico de guión y dirección. Tanto así que no es fácil escudriñar dónde comienzan y dónde terminan los aciertos de unos y otros.
El filme tiene imperfecciones formales mínimas que ni molestan ni desentonan con la atmósfera que construye tan eficazmente, hasta llegar al himno final de Umberto Tozzi.
Si por aquí va el cine chileno ¡que se sigan haciendo películas, por favor!
IDEAL PARA: ver buen cine.
GLORIA
Reparto: Paulina García, Sergio Hernández, Coca Guazzini, Hugo Moraga, Alejandro Goic, Liliana García, Antonia Santa María, Diego Fontecilla.
Dirección: Sebastián Lelio.
Guión: Sebastián Lelio y Gonzalo Maza.
Chile/España, 2012.
Duración: 110 minutos.
MAYORES DE 14
(Muy buena)
cinematograficamente hablando es una pelicula corriente, con un guion con momentos altos y otros mas bien planos, claramente no se trata de un tema novedoso en la escena mundial pero se agradece el intento de acercarlo a la realidad chilena. Paulina García es una actriz buena y se nota, pero jamas dejó de recordarme a Gloria Munchmeyer…porque será?
Me encantó, me reí mucho, estupenda y espontánea la actuación de Pali García; excelente guión; imposible no salir tarareando la música, actual y contingente. Cuantas Glorias conocemos y para allá vamos… Felicitaciones a todo el equipo que trabajó en este filme.
Absolutamente de acuerdo contigo Ana Josefa es “ver un buen cine”.
ME PARECE QUE ESTA CINTA TIENE DOS PUNTOS FUNDAMENTALES: LA SOLIDA ACTUACION DE SU PROTAGONISTA Y UN GUION INTELIGENTE Y MUY BIEN HILVANADO.CREO QUE ES UN MUY BUEN APORTE AL CINE NACIONAL, MUY ESCASO, A VECES, DE PODER CONJUGAR FACTORES IMPORTANTES A LA HORA DE CREAR CINE!!!!
Y ME SORPRENDE QUE SE DE LO QUE NO ES FACIL…….MAS IMPORTANTE DE QUE SE CUENTA…. ES COMO SE CUENTA!!!!!!!!!!
JORGE URIBE ALVAREZ, ESPECIALISTA EN CINE.
juribea59@gmail.com
TUVE LA SUERTE DE VER ANOCHE LA AVANT PREMIER DE “GLORIA” ..EXCELENTE…FELICITACIONES A SEBASTIAN LELIO Y LOS ACTORES PARTICIPANTES… ES UNA REALIDAD QUE EXISTE EN EL ´PAIS QUE VIVIMOS Y QUE NUNCA SE TOCO CON LA SABIDURIA DE SU DIRECTOR Y EL CARISMA DE UNA ACTRIZ DE UN CARISMA EXCEPCIONAL… MUCHO EXITO.