Por Andrés Nazarala
A propósito de secuelas innecesarias….
Llega “EL ULTIMO EXORCISMO 2”, continuación de la película de mismo nombre que en el 2010 generó buenas impresiones al imponerse como una suerte de cruza entre “El Exorcista” (1973) y “El proyecto de la Bruja Blair” (1999).
Pero nada justifica esta mediocre extensión que cambia de tono y estilo —y también de director: Daniel Stamm es reemplazado por el canadiense Ed Gass-Donnelly— para contar qué le ocurrió a la niña poseída de la primera entrega después de ese supuesto “último exorcismo”.
Nell (Ashley Bell) ha sido internada ahora en un hogar para adolescentes atormentadas de New Orleans, donde conocerá a otras chicas ídem. Como una mala versión de Carrie, tratará de reintegrarse a la sociedad y llevar la vida normal de una joven, incluyendo experiencias como el primer amor.
Pero —adivinen qué— comenzará a sentir la presencia del mismo demonio que la visitó en la apuesta inicial y bueno, a estas alturas, el espectador podrá sospechar más o menos hacia dónde va la historia.
Ese es el principal problema de esta cinta: la ausencia de toda sorpresa e innovación o, si se quiere, su condición de “película de manual” en la que todo es predecible. Esto es agravado por una ejecución mediocre, repleta de cabos sueltos y personajes secundarios que no aportan. Para peor, la expresiva Ashley Bell lo hace bastante bien (siempre es triste cuando los actores se esfuerzan por un filme que no da para más)… pero claramente está en la película equivocada.
¿Era necesaria? Rotundamente no. “El último exorcismo 2” refleja un mal que se ha vuelto común dentro de la industria: el de las secuelas que no siguen otra lógica que la comercial. La idea es explotar una marca hasta el final, sin importar que la historia se desvirtúe. Así está la cosa…
“EL ULTIMO EXORCISMO 2”
(“Last Exorcism 2”)
Reparto: Ashley Bell, Julia Garner.
Dirección: Ed Gass-Donnelly.
EE.UU., 2013.
Duración: 88 minutos.
MAYORES DE 14 AÑOS.
MALA