Por Ana Josefa Silva V.
@ana_josefa
Para la fanaticada que ha ido silenciosamente creciendo —en edad y en número— en torno a esta trilogía del director Richard Linklater la pregunta está demás: ¡cómo no querer saber qué más ha seguido pasando entre Jesse y Celine, esa pareja símbolo de los amores pendientes!
Si usted no es fan pero sí se verá más o menos obligado/a a acompañar a una/o, le cuento que “Antes de la Medianoche” es la secuela de “Antes del Atardecer” (2004), que a su vez es la secuela de “Antes del Amanecer” (1995) y que fue hecha a partir de una experiencia personal del director.
La química entre los protagonistas, Ethan Hawk y Julie Delpy, fue tal desde la primera producción que ya para la segunda y la tercera parte, director y actores escribieron el guión a seis manos.
Lo primero que hay que saber de estas películas es que se conversa y se camina mucho, en estupendos escenarios (París y ahora Grecia) y que “A de la M” no es la excepción: de hecho, los 108 minutos que dura se podrían resumir en seis largas conversas, tres de las cuales son un diálogo entre los protagonistas.
Más allá de los excesos de esta tercera parte y que desaprovecha algunas discusiones interesantes, es como para prestarle atención y preguntarse:
¿Por qué el fenómeno?
1. Porque el género romántico es imbatible y esta trilogía está en la misma senda de, por ejemplo, la exitosa “Sintonía de amor” (“Sleepless in Seattle”, 1993, con Meg Ryan y Tom Hanks), que a su vez, cita a la clásica y dramática “Algo para recordar” (“An affair to remember”, 1957, con Deborah Kerr y Cary Grant): amores improbables, en los que el destino tiene mucho que decir.
2. ¿Quién no ha tenido alguna suerte de romance, aventura o incluso un coqueteo inocente en algún viaje juvenil (o no tanto) que brotó imprevisto y sin mayores expectativas?
3. ¿Quién no ha vivido una historia de amor casi imposible, un amor pendiente, con distintos finales? El de la magnífica “La vida de los peces”, de Matías Bize, hace muy pocas concesiones a una pareja que se ha distanciado (Blanca Lewin y Santiago Cabrera), que se reencuentra después de muchos años, que no ha superado su historia, pero que no pueden reunirse finalmente.
4. Hay que reconocer que “Antes del Amanecer” fue una de esas pequeñas grandes películas, íntimas, universales, queribles, que se hizo más necesaria aún al tardarse 9 años en continuar la historia de Jesse y Celine.
5. Los finales abiertos de las dos primeras películas regalaban la oportunidad de darle continuidad a la historia… y mantener el interés de sus devotos.
6. Visitar el amor entre una pareja que va y viene a los 20, a los 30 y a los 40 años convoca a la identificación a demasiados espectadores.
Y usted ¿es capaz de confesar las razones por las que ama “Antes del Amanecer”, “Antes del Atardecer” y ahora espera ansioso/a “Antes de la Medianoche”
MMM. pelicula “nice” y “cool” que vi por curiosidad, ya que si bien vi las dos anteriores, poco me acordaba, es decir, no marcaron mi vida ni nada de eso, pues si bien tienen un guíon logrado, que por lo demas permite digerir dos horas de pura conversación sin pegarse cabeceos, una gran parte de la trama cae en el lugar común, y no es de otra manera, no podemos aspirar que una simple pelicula entregue todas las fórmulas. la tercera incluso me pareció innecesaria.
me encanto el comentario consuelo.
Soy una de las fans de Antes del Amanecer y Antes del Atardecer. Recuerdo ver la primera cuando era pequeña y no entendía por que mis hermanas mayores lloraban al final. Años después me reencontré con la película y claramente atrae la química de Jesse y Celine, pero sobre todo la fantasía de conocer a alguien con quien te conectas y realizar la locura de recorrer Viena con un desconocido, teniendo casi la mejor conversación de tu vida. Cuando Jesse invita a Celine a bajarse del tren en el año 1994, le dice “En un momento de tu vida, recordaras a todos los hombres con quienes has estado y te preguntaras ¿que hubiese pasado si te hubieses quedado con uno de ellos? Bueno, yo soy uno de esos hombres”. Claramente esa frase, según yo, es el núcleo de la trilogía.
Antes del Atardecer es mi favorita, debe ser por mi edad, pero la conversación es mucho mas intensa, porque se dan cuenta que la atracción entre ellos esta intacta, sin importar el tiempo, ni el matrimonio de Jesse. Claramente todos nos sentimos identificados con eso, ya que uno se cuestiona “¿Me pasara lo mismo con algún ex amor?” Aparte que recorriendo parís y terminando Nina Simone, creo que es perfección..
Con la tercera, la ansiedad era mayor, ya que es seguir la relación de unos amigos. Uno se encariña con estos personajes y por supuesto espera que estén bien. Insisto que es algo generacional y Antes del Atardecer me seguirá identificando, pero Antes de la Medianoche es la mas intensa de todas. Uno ríe, llora y se conecta con Jesse y Celine, pero también con los personajes que los acompañan en Grecia (Aunque sea por unos minutos). Imagine a mis padres conversando, o a mis abuelos en algún momento de sus vidas. Conversaciones maduras donde se mezcla la experiencia, el cansancio y el amor profundo que se tienen, aunque a veces este escondido.
Las películas por separado son buenas y lindas, pero verlas “en tiempo real” (Es decir, esperando los 9 años una de otra) es casi una experiencia de vida. 100¼ recomendado ver la trilogía, para escaparse un poco de la ilusión, para recordar como son las relaciones en la realidad.