Por Andrés Nazarala
Richie Furst (Justin Timberlake) es un estudiante modelo en Princeton pero está a punto de ser expulsado por su adicción a las apuestas online. Jugándose el destino, un día decide apostar todo lo que tiene… y pierde.
Pero en vez de renunciar al juego, va por el desafío mayor: viaja a Costa Rica para conocer y desafiar al líder mundial de las apuestas virtuales: el multimillonario Ivan Black (Ben Affleck). Aquí se convertirá en su mano derecha y llegará incluso a seducir a su chica, interpretada por la sensual Gemma Arterton (“Príncipe de Persia”).
“APUESTA MAXIMA” sigue la cordial amistad/batalla entre Furst y Black en una Costa Rica de caricatura, repleta de morenas en bikini, música tropical, policías corruptos sin afeitar, mansiones blancas y autos de lujo. Es uno de los tantos lugares comunes de un thriller que, pese a todo, se mantiene en pie gracias a la habilidad del director Brad Furman para construir un entramado que no hará mirar el celular tantas veces durante la función.
La cinta -producida por Leonardo DiCaprio- confirma también el talento actoral de un Timberlake que carga con el filme durante todo el metraje. No se puede decir lo mismo de un Ben Affleck -el controversial nuevo Batman- que está lejos de parecer el tipo peligroso y ambicioso que la historia demanda. Si recordamos fiascos como “Gigli” y “Pearl Harbor”, está claro que el ex de Jennifer López debería dedicarse a la dirección, donde se maneja bastante bien, como lo demostró recientemente con “Argo”.
Con todo, “Apuesta máxima” no es más ni menos que un thriller entretenido pero de manual, que sirve para pasar el rato.
“APUESTA MAXIMA”
(“Runner Runner”)
Reparto: Justin Timberlake, Ben Affleck.
Dirección: Brad Furman.
EE.UU., 2013.
Duración: 91 minutos.
MAYORES DE 14 AÑOS.
ENTRETENIDA