Por Andrés Nazarala R.
Desde, digamos, Aristófanes a “El doctor insólito” (la película de Kubrick que escribió el ácido Terry Southern), el mundo político ha inspirado un sinnúmero de sátiras que funcionan como verdaderas armas en contra del poder. Sumemos a la lista la hilarante “El gran dictador” de Chaplin o las corrosivas rutinas del comediante Lenny Bruce, un verdadero mártir a la hora de abordar los atentados en contra de la libertad de expresión.
Los responsables de “EL DERECHAZO” han prometido un grado similar de corrosión desde que la película fue anunciada en julio, como reacción a la renuncia de Pablo Longueira a la carrera presidencial. La idea era abordar las grietas de una derecha que parecía desmoronarse para construir una sátira que no podía dejar fuera al bando contrario. En tiempo récord, el rodaje fue tomando forma, incorporando al guión las nuevas vicisitudes de un proceso de persuasión política que ha sido más insólito y fantástico que cualquier ficción.
Pese a la rapidez con que fue hecha, no se podría decir que “El Derechazo” no tiene forma de película. Cuenta con un elenco numeroso y una historia más bien clásica, estructurada. Siempre en torno a Bruno Miller (Diego Muñoz), un documentalista fracasado que, sin querer queriendo, escucha una conversación en un bar de mala muerte. Es Corteira (Alex Zisis) conversando con Andrés Mallamand (Marcial Tagle) sobre su conspiración para bajar a Clarence Bourbon (Andrés Velasco) de la carrera presidencial.
Esta conversación, espiada por accidente, le da a Bruno material de base para construir un documental que lo pueda sacar del anonimato. Así se verá en medio de un entramado que también involucra a Carolina Tomá (Luz Valdivieso), La Candidata Michelle (Andrea Munizaga), Lagos Pebre (Gustavo Becerra), René Malinco (Pato Torres), Evelyn Mathel (Renata Bravo) y Andrés Sandwith (Willy Semler), entre otros.
Lalo Prieto —guionista de “Stefan versus Kramer”— arremete contra la Alianza y La Nueva Mayoría, ofreciendo humor satírico para los que están desencantados de la clase política. Es la catártica idea de burlarse de los que se han reído de nosotros durante años, denunciando de paso una práctica muy chilena: el doble discurso, cuando lo que se dice públicamente no calza con lo que se trama en la oscuridad de las trastiendas.
Una buena actitud que en “El Derechazo” se ve lamentablemente opacada por un humor demasiado obvio y estereotipado. O acaso la televisión e internet se le adelantaron al cine en su misión de mofarse de personajes públicos; léase Corteira mirando hacia el cielo y hablando con “Jaime”, Mathel coprolálica, Pulvio Rossi fumando pito o La Candidata Michelle respondiendo “paso”.
En este mundo de caricatura, el rol de Diego Muñoz parece fuera de lugar; un personaje de teleserie que es retratado un poco más en serio. Incluso protagoniza una innecesaria historia de amor (con Isidora Urrejola) que, al igual que en “Stefan versus Kramer”, cuenta con ciertas pinceladas de emotividad.
Así, buscando un tono que no encuentra y ofreciendo bromas esperables, la película pretende ser un golpe en la mandíbula al establishment o la razón para que los ciudadanos cambien su voto a última hora. La presencia de algunos políticos en la premiere del trailer —entre ellos, uno de los aludidos: Laurence Golborne— confirma el fracaso de la misión y la naturaleza de “El Derechazo” como una inofensiva humorada en medio del fragor electoral.
Asumamos también el hecho de que la ficción difícilmente puede superar lo que hemos visto durante las campañas. El verdadero humor está en los comandos, los debates, las propuestas, las promesas.
IDEAL PARA: Compararla con la película que prepara Kramer.
“EL DERECHAZO”
Reparto: Diego Muñoz, Luz Valdivieso,
Andrea Munizaga, Renata Bravo.
Dirección: Leo Prieto.
Chile, 2013.
Duración: 90 minutos.
MAYORES DE 14 AÑOS.
REGULAR
Ahora tendrán que filmar en tiempo record la nueva obra EL CEPAZO, en el que la doctora MICHELLE DEJA EN LA LONA A LOS OCHO contrincantes. La que será vista y comentada antes del 17 de noviembre.