Por Marco Antonio de la Parra
@marcodelaparra
Está cómoda la FILSA. Está divertida, está animada. Están siempre pasando cosas y eso se siente en el aire. Hay harta gente y eso, como siempre, es bueno y es malo. Hay harto donde tentarse y cosas que hay que buscar buceando en los stands.
Le sacaron las alfombras a los pasillos y eso como que le dio cierta ligereza a los pies, cierta levedad al paso que cansa menos y hay menos polvo en el aire. Los pasillos además están más anchos pero se apretaron los stands más grandes en su interior.
Cuesta darse vuelta para buscar y dejarse llevar por las tentaciones. Hay algunos con ofertas de descuento FILSA, otros que solo reciben efectivo. Otros que con efectivo hay descuento pero con tarjeta no. Resultado: lleve efectivo.
¿Están caros los libros en Chile? Nada nuevo. Igual hay cosas que valen la pena y se gasta aunque será siempre menos que en una librería cualquiera y con un stock mucho más aperado.
Novedades hay varias y buenas. Lo último de Ian Mc Ewan, la última de Ricardo Piglia que está muy bien y CANADA de Richard Ford que a otro crítico no les gustó tanto pero a mí sí. Una edición tapa dura de la biografía del Che, la de Jon Lee Anderson que es descomunal, pero con precio de compacto. LA INFANCIA DE JESUS de Coetzee, su última entrega, lo último de un autor que cada vez escribe mejor, está en Random junto a Lumen que tiene a la Margaret Atwood (imperdible) y tuvo a la Alice Munro pero se agotó (entre las dos dicen que se pelearon el Nobel).
Más allá la última novela de Murakami, LOS AÑOS DE PEREGRINACION DEL CHICO SIN COLOR, para algunos de lo mejor, para otros no muy bien traducido (viene directamente del japonés).
En su stand propio lo último de las ediciones de la UDP, con un catálogo absolutamente impresionante donde no hay pérdida (no dejen pasar lo de Alberto Fuguet, por dar un mero ejemplo), unos pasos más y César Aira disparando de todo en el stand de ediciones independientes argentinas donde están Néstor García Canclini, Michel de Certeau, cosas descubiertas de George Perec, nuevos autores rioplatenses, y si cambian de pasillo por supuesto el goce de las editoriales chicas chilenas, donde tratan bien porque hay que preguntar porque no tienen la prensa que se merecen y hay tanto autor que vale la pena (¿leyeron al Ignacio Fritz?), volviendo a Random los libros de Daniel Pennac, tan importante si vamos a hablar de educación en tiempos como los que corren, SEÑORES ALUMNOS o MAL DE ESCUELA. Más acá el libro premiado de Roberto Merino, la oportunidad para leer la HISTORIA PERSONAL DE CHILE de Rafael Gumucio o iniciarnos en la obra de Marcelo Mellado con LA BATALLA DE PLACILLA o conocer a Robert Pinget con ALGUIEN. Las últimas ediciones de MACANUDO, las tiras del loco dibujante que es Liniers que tiene fanáticos en Chile, comenzando por nuestro Alberto Montt (que actúa con Kevin Johansen), o la reedición de BOOGIE EL ACEITOSO de Fontanarrosa, una gloria del humor gráfico argentino, todo el tesoro de cómics y novelas gráficas que los rodeará con varios stands en el tema. Repartidos por allá y por acá títulos de Mario Levrero, ese uruguayo fenomenal que junto a Felisberto Hernández (están sus cuentos completos por ahí) dieron cuerda al tren del absurdo y cruzaron lo fantástico y lo lúdico. La oportunidad de sacarse sin pudor una foto con su escritor súper ventas favorito miren que está comprobado que muchos grandes lectores comenzaron leyendo best sellers y todos tenemos placeres culpables. Comprar libros para niños que hay muchos aunque siempre echo de menos la escasa importación de esas bellezas que son los álbumes troquelados, no sé si por caros o por delicados. Tenemos buenos narradores para niños eso sí y me encantan los trabajos de Esteban Cabezas y las aventuras de Julito Cabello. Hay muñecos y llaveros de 31 MINUTOS y todos los libros de la misma serie.
No se quejen después que las bolsas pesan. Mientras el libro sea en papel, el papel tiene su peso. Ya habrá ferias digitales y lo divertido será lo fotográfico, lo virtual, tuitear desde el stand predilecto y descargar títulos en presencia del autor. La FILSA 2013 se las trae. Por la entrada desde el estacionamiento, el stand de mi universidad, la UFT. Chocho. Un libro mío, PARA QUÉ LEER, que si nos encontramos se los firmo. Aunque lo más seguro es que nos crucemos y nos confundamos el uno con el otro, acezando, con bolsas en la mano que nos marcan los dedos por el peso, le dije, los libros lo tienen. En el cuerpo y en el alma. Y esos son los libros que hay que buscar en la FILSA. Que para eso está más cómoda.
Hace pocos dias fallecio Carlos Orellana antiguo editor de Planeta,fue harta gente a su entierro pero pocos escritores ,recuerdo que el fue uno de los impulsores de la nueva narrativa fenomeno literario que se dio en la decada de los noventa,me resulta extraño que de aquellos escritores ninguno se hizo presente (fuguet,collier,contreras y tantos otros) ni su amigo german marin,ahora entiendo cuando hablan del canibalismo literario y la envidia brutal que se ejerce en el ambito literario ,en fin solo soy un lector aficionado pero queria hacer notar esta situacion que me llamo la atencion.