Por Francisco Javier Bernales
Cada 5 años, al Concurso de Ejecución Musical Dr. Luis Sigall le corresponde la mención canto. De este otrora muy difundido concurso han salido grandes cantantes, como Renée Fleming, quien hace muchos años sacó el 2° lugar y luego se convirtió en la soprano más famosa del mundo. De quien sacó el primer lugar nunca supimos más…a veces los jurados no son perfectos.
Esta vez creemos que el primer lugar está muy justificado: el tenor coreano Myonghyun Lee es simplemente espectacular y con sólo 24 años eligió, para la gran final del viernes, tres arias demoledoras, partiendo por la más complicada “Ah..léve toi soleil”, de “Romeo et Juliette”, de Gounod. En las tres salió airoso. Sin duda oiremos de él muy pronto en el Met o en Europa.
Segundo lugar para la chilena Paulina González, voz de peso muy bella, estilísticamente impecable y de hermoso timbre. El tercer lugar fue para otra chilena, Carla Andrade, soprano lírica de fácil agudo, voz potente y de bello color, muy musical. Ambas son jóvenes y, sin duda, muy talentosas y promisorias. En el caso de ambas, la dirección orquestal en algunos casos no les favoreció por los tempi algo lentos en que la melodía se caía y la línea de canto era complicada de mantener como en el caso de “Quando, m’en vo”, de “La Boheme”. Lo mismo que el fraseo y la respiración. A pesar de aquello, salieron airosas. Seguramente el maestro Gómez está más familiarizado con lo sinfónico.
El ganador coreano tuvo más suerte y sus arias estuvieron en tiempo algo más adecuado y no sufrió en éste aspecto tanto como las compatriotas. No tuvimos la ocasión de oir y ver al resto de los participantes, ya que supimos del concurso, casi por casualidad, cuando la soprano argentina Paula Almerares nos informó que estaba en Viña de jurado. Recién ahí iniciamos contactos y alcanzamos a ver la final, una final muy curiosa sin duda. Debido a las reparaciones del Teatro Municipal de Viña, ésta se hizo en un salón del hotel O’Higgins, carente de la climatización adecuada. La Orquesta Filarmónica, que se arma en pocas ocasiones pero existe, fue dirigida por el maestro Alvaro Gómez. Buen sonido para no ser una orquesta en permanente actividad. Se nota que Gómez es un muy buen director que mantiene a su orquesta bien afiatada y con un bello sonido. Esperamos, según recogimos observaciones del público, que la orquesta entre en una actividad más continua. Vimos en el público a la gran soprano chilena Angela Marambio y le consultamos si había dado acá algún concierto con la filarmónica y nos indicó que aún no…¡¡que esperan ¡¡
De las versiones anteriores del concurso, recordábamos la gran importancia y relevancia del mismo. Se transmitía la final en directo por un canal de TV. Hoy no hay nada de eso desgraciadamente y acá recordamos afectuosamente a Nana Ortúzar de Sigall, mujer encantadora, sencilla y comprometida con el concurso.
Nos habría gustado dar una visión más completa del certamen y de cada uno de los participantes, especialmente de la final a la que asistimos, sin embargo y desgraciadamente, hubo amplificación tanto para la orquesta como para los participantes y no fue buena idea. La sala era chica, y aunque su acústica seguramente es mala y por eso amplificaron, ello nos impidió poder evaluar correctamente a los tres participantes. La orquesta, al estar amplificada, tapaba en ciertos momentos a los solistas y los solistas al estar amplificados, alteraban su verdadero timbre, y lo más importante, su verdadero caudal.
Confiamos en el excelente y profesional jurado, encabezado por Verónica Villarroel, Carmen Luisa Letelier y la extraordinaria cantante argentina Paula Almerares, además de dos cantantes norteamericanos, en que en las pre-selecciones su criterio haya sido el correcto. A las 19 horas empezó la final, cada uno de los clasificados interpretó tres arias, después de eso, el público esperaba con ansias el resultado, pero hubo una larguísima serie de presentaciones y discursos que hizo que mucha gente abandonara la sala antes de la premiación. Ya cerca de las 23 horas, recién pudimos saber el resultado. Mala idea el subir al escenario a tantas autoridades e invitados. Asímismo la entrega de los premios se hizo tediosa. Un galvano lo entregaba una autoridad; un diploma, un político; el cheque, un auspiciador y así, pasaban los minutos y se hacía muy cansador para todos. Los ganadores son buenísimos, esperamos verlos brillando en Europa muy pronto y también esperamos que la próxima versión sea transmitida en vivo como antes y con toda la prensa pendiente de este concurso que por tradición, ha logrado un lugar en el mundo.
Lamentablemente este tipo de noticias no son precisamente noticias. Debe haber sido espectacular este certámen. De hecho conozco a un chico chileno que cantó acá, y quedo maravillado. El concurso es riguroso y no acepta a cualquier cantante, para calificar deben ser de primer nivel. Bien por ellos.