Por Ana Josefa Silva V.
@ana_josefa
Uno puede entender que tras el exitazo de “El Señor de los Anillos” Peter Jackson y toda Nueva Zelanda se hayan entusiasmado con seguir sacando ventaja de las sagas de Tolkien. Harta aventura, personajes de cualquier factura —semihumanos, enanos, animales fantásticos, árboles parlantes—, en fin, seres sin límites para la imaginación luchaban por su supervivencia amenazada por las situaciones más asombrosas. De todo ello, las tres largas películas dieron cuenta.
Lo que quedaba era echar mano a la precuela de esta aventuras, “El Hobbit”, el más corto de los libros (que en realidad es uno solo mientras que “El Señor…” son tres tomos).
Si ya “El Hobbit: un viaje inesperado” (2012) fue un reto a la paciencia, “EL HOBBIT: LA DESOLACIÓN DE SMAUG” dijo basta.
Bilbo Bolsón (Martin Freeman), con anillo a cuestas, vuelve a liderar al grupo de enanos de la vez anterior, encabezados eso sí por Thorin Escudo de Roble (Richard Armitage) para recuperar el reino de Erebor, tomado por el dragón Smaug. La misión es impulsada y encabezada por el mago Gandalf (Ian McKellen) quien los conduce al bosque negro que, por esas cosas de la magia, han de saber cruzar sin su ayuda. Antes han sido “acogidos” por Beorn, un ser que odia más a los orcos que los persiguen que a los enanos, para suerte de ellos.
Ya en el bosque y sin la compañía de Gandalf y su bastón mágico, el grupo avanza, se pierde, es perseguido por enormes arañotas y así sucesivamente. Por aquí entran a tallar los elfos, Legolas incluido (Orlando Bloom), que no se ven de tan buen semblante ni tan amables como en las otras partes de la saga. Gracias a Tauriel, capitana de la guardia del rey, un personaje inventado por Jackson (Evangeline Lilly, “Lost”) consiguen continuar con su camino. Más allá, Bardo, un barquero con espíritu revolucionario los ayudará.
Este “Hobbit” es una sucesión de secuencias de aventuras fantásticas dispuestas más o menos de cualquier modo, una tras otra, y con un dragón que dice esas clásicas frases de villano que hablan harto mientras luchan con los buenos en aprietos.
Más que una película esto podría calificar de parque temático perfecto para fans. Se recorre sentado/a en un butaca durante 161 minutos, al final de los cuales ni siquiera es necesario el cartel de “continuará” porque termina en lo que es la mitad de una pelea.
Sólo para fanáticos incondicionales.
Igual, los elfos siguen siendo lo mejor.
IDEAL PARA: público que no se harta de Tolkien/Jackson.
“El Hobbit: la desolación de Smaug”
Reparto: Ian McKellen, Martín Freeman, Richard Armitage, Cate Blanchett, Orlando Bloom, Christopher Lee, Hugo Weaving, Evangeline Lilly.
Dirección: Peter Jackson.
Guión: Fran Walsh, Philippa Boyens, Peter Jackson, Guillermo del Toro.
EE.UU., Nueva Zelanda/ 2013.
Duración: 161 minutos.
((Regular)))
Sra. Ana Josefa:
Creo que el trabajo de un gran creador como Tolkien, y de Jackson y su equipo merecen un poco más de respeto. Si a Usted no le gusta disfrutar de un buen cine, entonces, busque otra especialidad en su carrera.
Me parece que sus comentarios están hechos desde el aburrimiento, que le puede estar causando ver cine, es una critica muy poco objetiva, y creo que un critico de cine debe tener la capacidad de apreciar diversos generos, yo no se que puede haber estado Ud. buscando cuando fue a ver esta pelicula, porque tolkien es sinonimo de aventuras en su maxima expresión, me parece extraño que Ud. con su extensa carrera no sea capaz de valorar el trabajo de cientos artistas que lograron otorgar credibilidad a un universo tan complejo, y con el que millones de personas alrededor del mundo han dirfrutado su versión en cine confirmando la maestria de peter jackson de crear cine épico
Me imagino que si encuentra de culto un bodrio como Titanic y se emociona hasta la médula con su trama empalagosa ; su liviandad al opinar sobre los relatos de Tolkien es por decir menos ; vergonzosa.
Estimada Ana Josefa, discrepo de tus comentarios incluso antes de haberla visto, la primera parte en caso particular, fue un gozo y un deleite que ojala hubiese durado por mas horas, me guataria saber que habria pasado si en vez de un peter jackson esta pelicula hubiese sido dirigida por un joel schumacher, eso si que seria un bodrio infumabnle.