Por Ana Josefa Silva V.
@ana_josefa
En las profundidades de lo más inhóspito de la Patagonia argentina, una familia se apresta a emprender un viaje hacia Bariloche. Es 1960. Los padres, Enzo (D. Peretti) y Eva (Natalia Oreiro) y sus hijos; entre ellos, Lilith (Florencia Bado), una preadolescente de 12 años con cuerpo de niña de 9. Helmut, un médico alemán que observa y toma notas del grupo, especialmente de Lilith, les pide seguirlos en caravana. Eva, que ha sido educada en un colegio germano en Bariloche, habla el idioma. Su madre, que acaba de morir, les ha dejado una hospedería a orillas del lago Nahuel Huapi que la familia ha decidido recuperar y echar a andar.
Una vez allí, los niños se integran al mismo colegio al que asistió Eva, un lugar que testimonia en sus fotos antiguas la bandera nazi flameando en los patios y el saludo brazo en alto.
El misterioso Helmut (Alex Brendemühl) se instala como el primer huésped de la hostería y aunque Enzo desconfía de él, Eva —que está embarazada— acepta sus cuidados y consejos y, sobre todo, el tratamiento que sugiere para que Lilith gane los centímetros que le faltan para su edad.
“Wakolda” (que es el nombre de la singular muñeca de Lilith) es por sobre todo una película delicadamente construida, una que tras un relato del todo cotidiano deja asomar un misterio que apenas se vislumbra, que va apareciendo sutilmente y sobre el que se van arrojando luces a medida que avanza el metraje.
Todo transcurre en medio de parajes naturales imponentes y bellos, bosques que esconden entierros de objetos secretos y grandes espacios donde aparece en medio de los caminos de tierra una gran propiedad enrejada, donde la curiosa Lilith se atreve a asomarse.
El manejo narrativo es de tal precisión y elegancia, que la tragedia se desliza de manera imperceptible y parece no tocar realmente a los protagonistas. Algo que también ocurre con el espectador, que escudriña la vida de una familia común hasta que sólo al final cae en la cuenta que está —junto con ellos— ante esos momentos históricos que suelen relatarse desde una épica que ya se ha hecho algo machacona. Aquí es al contrario: todo se dibuja desde la normalidad y el cotidiano.
El extraordinario uso del lenguaje cinematográfico es una clase para cualquier cinéfilo y es el valor en sí de “Wakolda” (basada en una novela de la realizadora), superando el interés que pueda o no despertar el tema de fondo en sí mismo.
Argentina prepostula al Oscar con este filme de Lucía Puenzo (hija de Luis Puenzo, ganador del Oscar con “La historia oficial”).
Si a usted le gusta el buen cine, no la deje pasar.
“WAKOLDA”
Reparto: Alex Brendemühl, Florencia Bado, Natalia Oreiro, Diego Peretti, Elena Roger.
Dirección y guión: Lucía Puenzo.
Argentina/Francia/Noruega/España, 2013.
Duración: 93 minutos.
TODO ESPECTADOR + 7
Sólo en Cinemark.
BUENA
excelente comentario orientador seguiremos tu consejo
graias
Gran Pelicula
El cine chileno a años luz del argentino
Aprendamos a hacer un cine de calidad
Menos chabacaneria
no entiendo como el cine chileno puede estar a anosssssss luz del argentine?….Si argentina tampoco hace mucho films y no los veo gagando premios……tu comentario medio ignorante.
Sin ánimos de polemizar, estimado. Chile tiene 1 nominación como película extranjera. Argentina, en cambio, tiene 8 nominaciones, de las cuales ganó 2. En cuanto a películas con contenido, ellos llevan la delantera.