Por Ana Josefa Silva V.
@ana_josefa
Parece una película emotiva, familiar. Quizás por eso “EL MAYORDOMO” se estrena sin mayores aspavientos ni nominaciones (aparte que ya está en Netflix), opacada por la luz y la potencia de esa obra magna que es “12 años de esclavitud” (Steve McQueen), que está arrasando con los galardones pre Oscar.
Pero “El Mayordomo” tiene un gran valor, aparte de ser protagonizado por Forest Whitaker, uno de los actores más interesantes de ese cine más alejado del blockbuster (“Ghost dog, el camino del samurai”, Jim Jarmusch; “Bird”, Clint Eastwood).
Esta historia de un hombre negro que sale desde el sur profundo, cruzando su dividido país hasta llegar a trabajar como mayordomo en la Casa Blanca para 8 presidentes —de Truman a Reagan—, dice mucho sobre cómo la exitosa lucha por los derechos civiles en EE.UU. triunfó por el camino trazado por un pacifista, el Dr. Martin Luther King, bajo el lema de Gandhi, “el arma es el amor”, y su estrategia de resistencia pacífica, con el concepto de integración como foco.
Sentado en un hall de la Casa Blanca, el anciano Cecil Gaines (F. Whitaker) espera.
Desde allí surgen los recuerdos de su dura infancia.
Georgia, 1926. Siendo un niño, trabaja con sus padres en los campos de algodón de una hacienda, donde es testigo de la violación de su madre y el asesinato de su padre. La dueña de casa (Vanessa Redgrave) lo lleva a la mansión para enseñarle a ser “un negro de casa”. Cuando crece, ella misma le aconseja que parta.
Así arranca esta película inspirada en la vida de Eugene Allen, divulgada por el “Washington Post” en 2008, en un reportaje del periodista Will Haygood.
El filme es un relato que, como de alguna manera lo hiciera “Los 80” en nuestra TV, mira la historia desde el seno de una familia, donde inevitablemente se viven los cambios más radicales y trascendentes de un país, en este caso, Estados Unidos, cuyo gobierno abolió la esclavitud recién en 1865 (en el norte ya había comenzado a eliminarse entre 1789 y 1839), lo cual fue lentamente ratificado por los estados del sur con posterioridad a la enmienda de Lincoln (oficialmente Mississippi lo hizo ¡en 2013!), pero que mantuvo una política de apartheid en todo el país hasta la segunda mitad del siglo XX.
Cecil inicia su viaje hacia el norte. Pero la libertad no es tan fácil. Pasa hambre y no encuentra trabajo. Hasta que su expertise de “negro de casa” lo coloca en un hotel, y su buen desempeño lo lleva a Washington hasta la mismísima Casa Blanca, como parte del equipo de mayordomos.
Su buena situación económica le permite mantener una cómoda vida de clase media junto a su esposa, Gloria (Oprah Winfrey), y sus dos hijos. Cecil no sólo está satisfecho, sino que se siente un privilegiado. No así Louis (David Oyelowo), su hijo mayor, quien resiente la discriminación que legalmente rige en su país. Los desacuerdos con su padre se concretan cuando el chico decide, desafiante, partir a una universidad en el sur. Allí conocerá al Dr. Martin Luther King (Nelsan Ellis) y se convertirá en uno de los seguidores de su activismo, participando en actos de desobediencia pacífica, como sentarse en los lugares destinados a los blancos en un restorán, protestas que le significarán humillaciones, varias detenciones y la cárcel. También ser víctima de los encapuchados del Ku Klux Klan, con sus antorchas incendiarias, prendiendo fuego a los buses donde viajan los grupos pro integración.
En una estrategia opuesta a la del Dr. King, luego aparecerán los Panteras Negras, cuyo activismo enarbola y propugna la violencia contra la violencia y la Nación aparte; y posteriormente el controvertido Malcolm X.
Pero lo sembrado por Luther King ya ha rendido sus frutos y su asesinato no hace más que consolidar lo ganado.
La película entrecruza las historias padre-hijo, ubicados por largos períodos en las veredas opuestas hasta el distanciamiento, y que sin embargo se influyen el uno al otro de tal forma que los cambios se producen sólidos, en ellos y en su país, en un acuerdo-diálogo padre-hijo, que se eleva a los hechos concretos en la política del país. Lo que se vive a nivel hogareño va teniendo así su correlato en la otra casa, la Casa Blanca, mientras se van sucediendo las administraciones.
Notable reparto: Jon Cusack, como Nixon; Jane Fonda, como Nancy Reagan; Alan Rickman, como Ronald Reagan; Robin Williams (D. Eisenhower); Liev Shreiber (Johnson); James Marsden (Kennedy).
IDEAL PARA: chilenos en conflicto.
“El Mayordomo”
(“The Butler”)
Reparto: Forest Whitaker, Oprah Winfrey, Lenny Kravitz, Clarence Williams III, Cuba Gooding Junior, Jon Cusack, Jane Fonda, Alan Rickman.
Dirección: Lee Daniels.
EE.UU., 2013.
Duración: 2 horas 12.
TODO ESPECTADOR
Buena
Después de ver “12 años de esclavitud” o incluso, cualquier capitulo de “raíces”, la verdad da verguenza ajena ver esta edulcorada visión del flagelo e intento fallido de resumir la historia americana, de pasadita. es cierto que Forest Whitaker es un gran actor y se nota su empeño, no ha vuelto a repetir el rolazo que se mandó en “el último rey de Escocia”. Por otro lado, la presencia de Oprah Winfrey es un verdadero chiste. Finalmente, al comprobar que el director de esta cinta es el mismo de ese bodrio llamado “Precious”, entiendo el tono de este panfleto lacrimógeno.