Por Ana Josefa Silva V.
@ana_josefa
Una aventura bella, conmovedora y entretenida, aggiornada a estos tiempos en que estamos harta/os de príncipes azules fomeques, es la que brinda Disney con “FROZEN: UNA AVENTURA CONGELADA”.
Sí, hay princesas, príncipes, magias y canciones. Y el departamento comercial consiguió a Violetta para cantar el tema principal “Libre soy”, para su versión en español, y a Demi Lovato, en inglés. Pero no se engañe: no es ni de lejos otro “producto” más para las niñitas de la casa.
“Frozen” puede ser definida como un cuento de hadas, si alguien necesita una casilla para ordenar la vida, porque claro, está basada en el cuento de Hans Christian Andersen, “La reina de las nieves” , pero de ahí arranca otra historia mucho más potente, cercana y atractiva, con un desenlace nada de obvio.
Elsa y Anna son dos princesitas que viven felices con sus padres en el reino de Arendelle. Pero Elsa tiene un poder que ella misma no entiende y menos sabe controlar: con sus solas manos crea hielo de cualquier forma y tamaño. Un día, jugando, hiere a su hermanita, por lo que ella y sus padres, los reyes, deciden que permanezca recluida en su habitación. El entusiasmo y la alegría de Anna, una eterna optimista, la hacen insistir en reunirse con su querida hermana. Pero no se vuelven a ver hasta que las circunstancias lo deciden: al cumplir 18 años, Elsa ha de ser coronada reina de Arendelle. Llegan dignatarios y reyes de todas partes. Anna salta y corre de felicidad por todos los rincones donde el pueblo se ha reunido y hasta encuentra a un apuesto príncipe del que queda prendada de inmediato. Pero la maldición que parece portar Elsa se desata. La primavera da paso al invierno, el reino queda cubierto de nieve y Elsa huye hacia las montañas. Anna le pide a su enamorado, el príncipe Hans, que se quede a cargo del pueblo, y parte tras la pista de su hermana.
En su difícil ascenso hacia las montañas, Anna conoce al rústico Kristoff y su reno Sven, quienes la ayudarán en la travesía. A ellos se acopla Olav, un gracioso y algo despistado hombrecito de nieve.
“Frozen” es una historia de amor en la que el príncipe azul no está invitado al reparto porque en realidad todo gira más bien en torno a aquellos afectos sólidos que se construyen y tejen en medio de obstáculos cotidianos, algunas situaciones no del todo comprensibles y otras con bastante menos glamour, como ocurre con los lazos fraternales, por ejemplo.
Y aquello que ocupa a las protagonistas es qué hacer frente a la adversidad y lo que parece un destino inexorable; cómo desarrollar la capacidad de ver nuestras ventajas, la luz y los puentes que se nos tienden cuando arrecia la ventisca de la traición y la de nuestros propios miedos.
Anna, un personaje encantador, es la más moderna de las protagonistas Disney. No es la amazona heroica de “Valiente”, ni la rebelde morena de “La Bella y la Bestia”. Es sólo una chica resuelta, impulsiva por demás, algo metepata y con sus dosis de ingenuidad, pero con verdadera pasta de líder, eso que implica arrojo, ideas propias y decisión. Una mujer normal peleándole a todo lo que se opone a lo que ella cree y ama profunda y apasionadamente.
Elsa, a su vez, vive el proceso de aceptar quién es, reconocer su singularidad como la virtud que es y aprender que puede y debe utilizarla inserta en el mundo al que pertenece.
En el cine y en el teatro son escasas las protagonistas femeninas de verdad, esas que son interesantes más allá del alegato del género y su presencia (más bien ausencia) en la parte que importa en cualquier lado. “Frozen”, una película muy entretenida, salpicada de humor y hasta de suspenso, es la historia de Anna y Elsa, la de cualquier ser humano enfrentado a su vida y a sí mismo (ni más ni menos).
(Y las canciones son cortitas).
Vale la pena el 3D.
IDEAL PARA: verla en familia.
“FROZEN: UNA AVENTURA CONGELADA”
(“Frozen”)
Dirección y guión: Chris Buck y Jennifer Lee.
Animación Disney.
EE.UU., 2013.
Duración: 1 hora 42.
TODO ESPECTADOR
BUENA
mmm. pelicula tecnicamente bien hecha, como todas las de Disney, como todas las animaciones en realidad, entretiene a los pequeños, sobre todo a los niñas. Artísticamente su aporte es casi cero en cualquier caso, además, los estereotipos que se plasman son los habituales, no sabría si reprocharlos absolutamente, pero indudablemente deben manejarse con cuidado.
Pelicula predesible y súper aburrida…nada nuevo bajo el sol.