Por Ana Josefa Silva V.
@ana_josefa
Los 5 errores que no deben cometer
1. Interrumpir un chiste en la mitad de la actuación de un humorista (ni a un cantante en la mitad de un tema)
2. Entregar antorcha (primer trofeo del pack de 4) sin que nadie en el público la haya pedido (¿o hay que hacerlo por contrato con la empresa auspiciadora?)
3. Gritar. La voz, más aún si se dispone de micrófono y retorno, es un instrumento que se puede y debe manejar en un escenario al igual que el cuerpo (tal como lo hace un buen actor). Eso se entrena y se estudia.
4. Nunca más decir la “anhelada gaviota” hasta que el ave símbolo del Festival recupere su prestigio.
5. Eliminar los lugares comunes y las frases hechas: el castellano es muy rico y un buen libretista debería saber organizarles la información de manera de distinguir lo relevante de lo accesorio, los resortes emocionales de las obviedades. Hagan la lista de las frases más repetidas y sentirán el dolor de muelas que ya provocan: “este público maravilloso”, “este artista maravilloso”, “una noche llena de romanticismo”, “pero la noche tiene que continuar”, “hay artistas esperando”, “nos separamos un instante”, etc.
Las 5 virtudes que deberían tener como mínimo
1. La elegancia y calidez de Carolina De Moras. Hay vestidos que se le veían muy bien y otros no tanto, pero ella es como Remedios la Bella: es preciosa hasta con un saco cubriéndola.
2. La solidez y seguridad de Rafa Araneda. Salvo que Antonio Vodanovic decida volver a animar, en estos momentos no hay ningún otro animador chileno que esté en condiciones de subirse a la Quinta Vergara.
3. El sentido del humor de ambos y su fiato. Hay que ser muy aplomados para mantener el foco en que lo que deben hacer antes que todo es transmitir la alegría de una fiesta gozosa, mientras a su alrededor se oyen gritos, se rompen los platos y no llega el proveedor del champagne.
4. Saber “surfear” en el ojo del huracán, que es en medio del cual están durante los 6 días que se suben a animar. Hay que tener la convicción y solidez emocional de un mártir para estar allí, sonrientes y felices.
5. Plantarse con la convicción de que ellos mandan sobre el escenario, con tanto encanto como firmeza. Esto es igual que ser padres de un hijo adolescente: muy difícil pero indispensable. Decirle al público que él es el que manda es una mentira que se debe decir con la naturalidad y el desparpajo de Francis Underwood (“House Of cards”), pero teniendo plena conciencia que no es para que se la crean ¡por favor! Lo otro es el caos.
En cuanto al show, o le suben el pelo a la competencia o la eliminan mejor, y traer puros artistas tipo Laura Pausini o Rod Stewart, sacar la chabacanería en el humor y poner comediantes de verdad (aunque tengan que ser extranjeros con subtitulos). seguro saldrá más caro, pero por último, acortenlo a tres días, se agradecerá incluso.
los animadores fueron un desastre, la niña de Moras dio pena y verguenza ajena, increíble que le destaquen que sepa hablar inglés. habiendo sido modelo internacional, pero creo que Araneda estuvo peor, ya que supuestamente tiene mucha experiencia, sin embargo, su pauperrimo vocabulario y su desconocimiento básico del inglés son imperdonables, sin perjuicio de otros ripios técnicos deplorables, como el tono de voz destemplado y un largo etc..
Sra. Silva,
por favor no siga la corriente de la farándula que tanto daño le está haciendo al Festival, pues se supone que Ud. es una crìtica de espectáculos seria. El problema más importante del certamen no es el trabajo que realizan los animadores, sino la ignorancia y falta de cultura que demuestran sus autoridades al no darle a las competencias internacional y folclórica el lugar que se merecen.
¡¡¡¡¡¡¡¡ ELLA !!!! La siempre acertada en sus juicios.
Ana Josefa, eres seca para dar buenos consejos. Te amo.