Por Ana Josefa Silva V.
@ana_josefa
“EL ARTE DE LA GUERRA” (o “The grandmaster”), del respetado Wong Kar Wai (“Happy togheter”, “In the mood for love”), tuvo dos nominaciones al Oscar: Mejor fotografía y mejor vestuario. No los ganó (se los arrebataron “Gravedad” y “El Gran Gatsby”, respectivamente). Pero si algo tiene de meritorio esta película de artes marciales son sus magníficas imágenes y su cuidada y delicada dirección de arte que no deja al azar ningún cuadro en las más de 2 horas que dura el metraje.
Una grandiosa escena de lucha en la calle en la que participan varios hombres, bajo una lluvia inclemente y en la oscuridad de la noche, abre el filme. Uno de ellos usa un sombrero blanco, que permanecerá en su sitio, mientras se suceden rápidos movimientos de manos, piernas, en primeros planos, planos generales, primerísimos planos, en un montaje ágil y trepidante. Son los 5 primeros minutos de “El arte de la guerra”.
Luego, la voz en off de Ip Man comenzará a relatar los hechos: “Antes de los 40, mi vida era fácil”.
Seis años de preparación y tres de rodaje y postproducción le tomó al realizador llevar a la pantalla una película tan ambiciosa que pretende resumir y reunir la historia del mítico y legendario maestro de kung fu Ip Man (profesor de Bruce Lee), la del desarrollo de las artes marciales y la de China misma, en la convulsionada primera mitad del siglo XX.
Ip Man (Tony Leung), nacido en el sur de China en el seno de una familia de recursos, está casado con una noble de Manchuria (Song Hye Kyo). Maestro de Wing Chun (estilo de kung fu), Ip Man lleva una vida acomodada y feliz en Foshan (sur de China). Es 1936. El Gran Maestro Baosen, líder de la Orden de las Artes Marciales Chinas, busca un sucesor y llega a Foshan para definirlo. Lo acompaña su bella hija Gong Er (Zhang Ziyi, “El tigre y el dragón”, “Héroe”), maestra del estilo Ba Gua y portadora del letal secreto de las “64 manos”.
De ahí en adelante, la vida de Ip Man, la de su familia y la de su país cambiará radicalmente.
“El arte…” es una película tan bellamente filmada —los solitarios entrenamientos en la nieve, las danzas marciales, los lujosos interiores pletóricos de detalles— que el solo acto de verla es un verdadero placer.
Lo que la pierde es su ambición de sostener varias líneas de narración, todas relevantes, todas de minuciosa especificidad. Para verla sin folleto explicativo previo hay que saber mucho de Ip Man, de kung fu y las artes marciales (derivadas y/o cercanas).
De paso, también es conveniente tener una idea de la agitada historia de China, desde que nace la República en 1911 en adelante: la época de los señores de la Guerra, la larga invasión japonesa que termina con su capitulación en 1945 en la Segunda Guerra Mundial, dando paso en China a la guerra civil, Taiwán, Hong-Kong, etc.
Como ejercicio cinematográfico —entendido como lenguaje de imágenes— es una delicia. Pero para cualquiera que no domine estos tres aspectos mencionados es una película confusa.
IDEAL PARA: Conocedores del kung fu y sus maestros.
“THE GRANDMASTER”
(“El arte de la guerra”)
Reparto: Tony Leung, Zhang Ziyi, Chang Chen.
Dirección y guión: Wong Kar Wai.
China, 2013.
Duración: 124 minutos.
TODO ESPECTADOR
INTERESANTE
Concuerdo como pocas veces: Visualmente muy interesante, a mas de alguno le costará seguir la historia de buena gana. En fin, es Wong-Kar Wai…