Por Ana Josefa Silva V.
@ana_josefa
No es la recurrida comedia sexual hecha con fórmula y compás para consumo de adolescentes con hormonas en ebullición.
Pero algo de eso hay en “DON JON”, la historia de un hombre joven, Jon Martello (Joseph Gordon-Levitt, también director), cuya rutina se arma, sin variación, de la siguiente forma: consumo diario de porno en su notebook, por horas; la disco donde tasa chicas con sus amigos y las caza para llevarlas a su cama; el gimnasio; la misa dominical con confesión incluida; sus peleas como conductor enfurecido y el almuerzo con su familia italiana.
Martello es un adicto al porno on line y su evaluación de las mujeres —virtuales o de cuerpo presente— sigue un criterio estrictamente zoológico. Cuando una noche divisa en la barra del bar a una “nota 10”, va tras ella, conversan un poco, escarcean otro rato en el sillón, pero ella dice hasta aquí no más. Obviamente eso la convierte en el objeto más intensamente codiciado en su vida.
Consigue sus datos y logra que ella llegue a una cita.
Barbara (Scarlett Johansoon), que nunca deja de mascar chicle en toda la película, fija un itinerario que el embobado Jon cumple rigurosamente: conocemos a mi familia, me presentas a la tuya, cenamos con tus amigos, conoces a los míos, vamos al cine a ver películas románticas y te esperas un rato antes de que tengamos sexo. O sea, pololeo. Y cuando ella descubre que su pololo consume porno, le arma un escándalo de proporciones y él le promete que nunca más. Como Jon es un ocioso, Barbara también le pide-exige que estudie algo, que haga un curso cualquiera. Se inscribe en uno y allí conoce a una singular y algo entrometida mujer, Esther (Julianne Moore), con quien, a contrapelo, llegará a establecer una suerte de conexión.
A riesgo de decir una herejía, “Don Jon”, a todas luces un filme menor, logra un mejor retrato del adicto al sexo que lo que consigue “Shame”, una película de verdad, seria, de mucho mejor “pelo”, cinematográficamente hablando, y filmada nada menos que por el gran Steve McQueen (“12 años de esclavitud”), con el actor dramático del momento como protagonista (Michael Fassbender).
Estilísticamente “Don Jon” no se la puede ni comparar, ciertamente. Pero el relato del tránsito que hace el protagonista desde las relaciones genitales en que está atrapado hacia el erotismo —aun cuando esté más bien gruesamente planteado— no deja de ser interesante.
También que el juicio moral no tenga cabida.
La parodia de la familia italiana del protagonista —él gritón, ella cocinando, la hija menor pegada a la pantalla de su celular—, el clásico grupo de amigotes y una cierta vuelta de tuerca la convierten en una comedia que se deja ver. Prescindible pero ni tan desechable. Su ausencia de pretensión la redime.
IDEAL PARA: consumidores clandestinos del lado B de Internet.
“DON JON”
Reparto: Joseph Gordon-Levitt, Scarlett Johansson, Julianne Moore.
Dirección y guión: Joseph Gordon-Levitt.
EE.UU., 2013.
Duración: 90 minutos.
Mayores de 14.
REGULAR
PD: La comparación con Shame es ridicula, 5comentarios.
cinta livianisima que se deja ver a media tarde, pero es muuucho menos de lo que anunciaba la promo, ya que carece de todo ingenio, incluso, se atreve con un final de moralina. Lo que mas vale la pena -obvio- es ver a la siempre estupenda Scarlett Johansson, que seguramente debe ser muy amiga de Joseph Gordon-Levitt para anotarse en este intento de pelicula. Lo mismo corre para Julianne Moore, que hace lo que puede con su absurdo papel.