Por Marco Antonio de la Parra
@marcodelaparra
Pascal Quignard no tiene una línea mala. Músico, ensayista y novelista de larga trayectoria (recordemos nada más ‘Todas las mañanas del mundo’; un libro bellísimo llevado al cine con Gerad Depardieu y la banda sonora compuesta por Jordi Saval) no yerra nunca. ‘Las solidaridades misteriosas’ es un nuevo ejemplo de su escritura precisa, diáfana, perfecta. Claire abandona su éxito profesional, su trabajo, su departamento en París y retorna al pueblo de Bretaña, al norte de Francia, donde nació. Con una preciosa y precisa construcción coral, se va narrando la red de relaciones sentimentales y vinculares de este melancólico personaje, los secretos de familia y los sentimientos que los envuelven.
Tiene la magia de una prosa perfecta que permite una lectura dulce y ágil permitiendo una discreta epifanía como suele suceder con todas las novelas de Quignard (las que he podido leer, que son bastantes) como con sus ensayos (‘El sexo y el espanto’ es, por dar un ejemplo, absolutamente formidable).
Por otro lado Karl Ove Knausgard es el suceso de alta lectura en el mundo. Hay superventas de corta vida y hay otros que serán long sellers. Su prodigiosa y desenfadada novela autobiográfica ‘Mi lucha’ lanza en español su segundo tomo mientras mundialmente es reconocido como un esfuerzo narrativo si bien desmesurado (¡seis tomos!) no menos extraordinario. El año pasado ‘La muerte del padre’ estuvo entre los mejores libros del año. ‘Un hombre enamorado’, que se agotó en cuanto apareció en librerías en Chile, es el segundo tomo (y la tercera parte, la primera novela tenía dos) relatando su quiebre amoroso, su amor definitivo y su rol de padre enredado con su quehacer de escritor, consiguiendo pasar de lo emotivo de su desgarrada pasión amorosa al humor desencantado y a ratos hasta delirante al relatar lo que es hacerse cargo de hijos pequeños en los tiempos que corren. A pesar de que lo han comparado equivocadamente con Proust, se lee con agilidad, sonrisas y conmoción. Aquí Karl Ove deja todo por partir a Estocolmo desde su Noruega natal para hacerse escritor y, sin esperarlo, encontrar el amor de su vida. La sinceridad extrema de su narrativa vuelve estremecedora su lectura con algunos fragmentos, muchos, inolvidables. Como para dejarlo todo por leer.