(“The drop”)
Reparto: Tom Hardy, James Gandolfini, Noomi Rapace.
Dirección: Michaël R. Roskam.
EE.UU., 2014.
Duración: 1 hora 45.
Todo Espectador.
La voz en off de Bob (Tom Hardy, ¡excepcional!) nos explica lo que son los “bares de entrega” en Brooklyn, donde se guardan gruesos sobres de dinero, que alguien entrega sigilosamente.
El mismo Bob atiende uno de ellos, el de su primo Marv (J. Gandolfini), quien alguna vez tuvo un pasado “glorioso” en los bajos fondos, sitial que él quiere recuperar.
En realidad Marv -que vive con su hermana jubilada, acosados por las deudas, y con quien discuten si desconectan al padre en estado vegetal- ya ni siquiera es el propietario del local. El bar le pertenece a unos mafiosos chechenos, que un día se dejan caer tras ocurrido un asalto en el que se “perdieron” unos cuantos miles de dólares.
Bob, un hombre callado, cabizbajo, que va a misa casi a diario, conoce a Nadia (N. Rapace, “Millenium”) cuando encuentra en el jardín de la chica un cachorro malherido, que ambos rescatan y curan.
En un juego de suspenso y sorpresas, en “La entrega” nada es lo que parece. La culpa, el perdón y el pasado gravitan en un drama policial y humano, con más sombras que luces, en una atmósfera (también muy de cine negro) en la que la violencia es una amenaza permanente y se asoma siempre, hasta explotar junto con la verdad final.
Del mismo guionista de “Mystic River”.
IDEAL PARA: Dog lovers.
Una historia de vuelo muy menor, entregada de forma interesante, merced a las correctas actuaciones de los protagónicos, con Hardy como punto mas alto y la solvencia acostumbrada del fallecido Gandolfini. Hay algo que no me gusta de Noomi Rapace, no me la puedo sacar de la cabeza en su papel de la trilogía sueca que la lanzó a la fama. siempre como mujer de apariencia dura, pero en el fondo, sufriente (veanse sus otros trabajos en Hollywood), pareciera no tener otro registro. Aceptable, aunque pudo lograrse mucho más.