Por Ana Josefa Silva V.
@ana_josefa
No haga tal de espantarse con el título de esta película. Sí. El nombre tiene todo que ver con el relato, pero se trata de una de las películas más atractivas y diferentes que nos ha traído la cartelera este año.
“Calvario” es un drama profundo e intenso, pero que no escatima en humor (fino y negro); entretenido en su permanente suspenso; fascinante en sus personajes; asombroso en sus imágenes, donde predominan los exteriores: el mar, la naturaleza, el campo.
La primera escena es un close up al padre James (Brendan Gleeson, un gran actor secundario) en el confesionario de su iglesia, en un pueblo costero de la campiña irlandesa. En el reclinatorio, un feligrés (que no vemos nunca) le relata una cruda historia y tras ello, le fija un calendario de poco más de una semana, que tendrán en vilo al cura y al espectador.
James es un hombre mayor, que tomó los hábitos tras enviudar, que viene de vuelta de la vida y ha elegido ser parte activa de una iglesia profundamente herida por los escándalos de pedofilia y también por la lenta y firme secularización del mundo.
Ante sus ojos y oídos pasan millonarios cínicos y desencantados, borrachos perdidos, esposas que alardean de su promiscuidad, niños más turbios que inocentes, un sacerdote joven y algo cándido que lo acompaña en su parroquia. Y su hija Fiona (Kelly Reilly), una linda mujer que llega a verlo desde Dublín, con sus muñecas vendadas, muestra palmaria de sus heridas pendientes.
Fe, pecado, misericordia están en el centro de todo, en un idílico lugar donde hay más demonios que ángeles.
“El perdón está muy subestimado”, le dice James (un cura a lo Graham Greene) a su hija, tras pasar por su propio huerto de Getsemaní.
Las líneas del guión son para aplaudir (mucha esgrima verbal de la buena) y el montaje con que se arma la historia es una clase de cómo combinar y dar vida de manera precisa y sobria a personajes ricos y muy singulares.
Genial la música.
Impactante, inolvidable.
IDEAL PARA: Gente del mundo de hoy.
“CALVARIO”
(“Calvary”)
Reparto: Brendan Gleeson, Kelly Reilly.
Dirección y guión: John Michael McDonagh.
Irlanda, Gran Bretaña/ 2014.
Duración: 1 hora 42.
MUY BUENA
Es una película que relata toda nuestra vida, el lado conservador, el liberalismo, las rabias, los excesos, el gay, la liberal, el enfermo, la muerte, el hospital, el cura, la pecadora, el asesino, el millonario, la hija y sus adicciones, el suicidio, los animalista, el alcoholismo, las drogas, racismo, la pedofilia, la cárcel. Bueno una película que te hace pensar, si creo que buena para pocos, al ser compleja.
Con mucho respeto, pues usted es una gran critica de cine, pero este film me parecio muy malo, todo el tiempo recurria a elementos primarios como la vulgaridad y violencia para captar la atencion, me decepciono esta pelicula, escenas grotescas sin ninguna razon, y en general las obras de John Michael McDonagh son parecidas
El perdón si es posible, y será cuando se comprenda que lo que se tiene que perdonar vive en ti mismo, y eso viene de aceptar que todo lo que ves afuera no existe, está en tu interior, es una construcción holográfica de la mente por tanto lo que crees ver afuera no es más que una proyección de tus pecados, culpas y miedos. No sólo es posible el perdón, es necesario porque es una acción sanadora dado que al perdonar todo lo que ves afuera no haces más que perdonar a ti mismo todo lo oscuro que llevas dentro, luego el perdonar es llevar luz a las tinieblas de tu interior. Todo lo que parecemos juzgar en la película habita en cada uno de nosotros, no hay quien pueda decir que no lo tiene, no importa cuánto se esfuerce el ego por negarlo, nuestro inconsciente sabe que está ahí oculto.
“Jesús nos dice conócete a ti mismo” ese es el primer paso a la expiación ( el deshacimiento del error (pecado)) y luego el perdón. Todo lo que se te pide es que reconozcas ¡¡¡
Esta película es un respiro ante cierta avalancha norteamericana de películas llenas de apologética protestante. Nunca está fuera de tiempo hablar sobre el perdón, y mejor aún cuando el espacio son espectaculares así como la actuación de Gleeson. Súper recomendable!
Drama algo inverosimil que se sostiene en una red de actuaciones magnificas, desde el principal hasta los simples cameos, con un guaripola solido como el infravalorado Brendan Gleeson, un tipo con tanta presencia escenica como el más pintado.