El universo narrativo chileno está lleno de personajes que vuelven tras años de ausencia. En “La Visita” –ópera prima de Mauricio López Fernández— es el hijo de la mucama (Rosa Ramírez) de una familia acomodada que regresa para velar a su padre en la casona de campo de los dueños (Claudia Cantero y Paulo Brunetti). Pero esta vez no se trata de un exiliado o un vividor, sino que de un joven que ha cambiado de sexo (Daniela Vega).
Ignorando el camino obvio, López construye una crónica de divergencias sobre una forma distinta de discriminación: cuando, pauteado por lo políticamente correcto, nadie dice nada y el reproche se traduce en pelambres y silencios incómodos. Porque en “La Visita” hay pocos enfrentamientos, pero sí muchas tensiones. A ratos parece una película de terror ambientada en una casa maldita cargada de misterios. En otras escenas remite al cine de la argentina Lucrecia Martel, con sus tiempos muertos y una cotidianidad enrarecida.
Es un ejercicio de contención (cómo construir un drama sin atentar en contra del naturalismo) que sólo se ve amenazado por cierta tendencia al maniqueísmo en la composición de personajes. Un melodrama con sordina que pone en el tapete un tema que la TV abordaría con sensacionalismo.
IDEAL PARA: Despedir el año con cine chileno.
Reparto: Daniela Vega, Claudia Cantero, Rosa Ramírez, Paulo Brunetti.
Dirección: Mauricio López Fernández.
Chile/Argentina, 2014.
Duración: 82 minutos.
MAYORES DE 14 AÑOS.