Por Andrés Nazarala R.
@andresnazarala
Si algo nos han enseñado las películas de superhéroes es que no hay peor villano para el género que la falta de humor. Digamos que la gravedad puede ser el Lex Luthor de un cine que, entre todos sus cometidos, debe darles realismo a fantasías entintadas sobre hombres enmascarados no exentos de ridiculez.
Aunque probablemente no exista una cinta de Marvel que no aspire a sacar alguna risa (siempre potenciadas por el infaltable cameo del dibujante Stan Lee), “Ant-Man: El Hombre Hormiga” da un paso adelante. Y lo hace reclutando a un equipo experto: Paul Rudd, el secundario más gracioso de la nueva comedia americana, en el protagónico; un equipo de guionistas que incluye a Adam McKay (“Anchorman”) y Edgar Wright (“Scott Pilgrim contra el mundo”), además de un director que ha hecho más comedias que películas de acción: Peyton Reed (“Di que sí”, “Separados”). Todos unidos en torno al superhéroe más camp, subvalorado y risible de la factoría de cómics: el Hombre Hormiga, un hábil ladrón que encuentra un traje que le da la posibilidad de reducirse al tamaño del insecto en cuestión (como la “pastilla de chiquitolina”, pero más sofisticado). El invento pertenece a Henry “Hank” Pym (Michael Douglas), científico que lo involucrará en una lucha contra un ambicioso discípulo que quiere tomarse el mundo.
Reed saca risas con buen timing y arma una divertida galería de secundarios sin abandonar las posibilidades que ofrece la reducción de tamaño en términos de acción, como un enfrentamiento en una pista de juguete o un tour de force a través de cañerías. Con su ingenio y actitud lúdica,“Ant-Man” refresca los aires de un género que, a estas alturas, se había vuelto algo agotador. Y, de paso, revindica a las honorables y trabajadoras hormigas.
Ideal para: Ver finalmente las aventuras de un héroe menospreciado.
“ANT-MAN: EL HOMBRE HORMIGA”
(“Ant-Man”)
Reparto: Paul Rudd, Michael Douglas, Evangeline Lilly.
Dirección: Peyton Reed.
EE.UU., 2015.
Duración: 117 minutos.
Todo espectador.
Entretenida