“PIXELES”
(“Pixels”)
Reparto: Adam Sandler, Kevin James, Peter Dinklage.
Dirección: Chris Columbus.
EE.UU., 2015.
Duración: 105 minutos.
Todo espectador.
ENTRETENIDA
Una película-salvavidas para rescatar a Adam Sandler del peor naufragio de su carrera. Un director versátil que sabe cómo fabricar éxitos de turno (Chris Columbus, responsable de “Mi pobre angelito” y “Harry Potter y la piedra filosofal”). Un guión sobre retro-tecnología que va de la mano de series en boga como “Halt and Catch Fire” (centrada en la revolución ochentera de los computadores personales). “Pixeles” apuesta a conquistar la taquilla cinematográfica reclutando a un público amplio: por un lado, los treintañeros y cuarentones que crecieron jugando a videojuegos como Pac-Man, Donkey Kong, Galaga, Centipede y Space Invaders. Y por otro, los adolescentes actuales que pueden conectar con una comedia de ciencia ficción centrada en tres niños nerds que, en el año 1982, colaboraron con un singular proyecto de la NASA: el envío al espacio imágenes de videojuegos para mostrar cómo es la vida en la Tierra. 33 años más tarde, los extraterrestres atacan el planeta usando estratégicamente lo que aprendieron a través de los divertimentos electrónicos y “pixelando” todo lo que encuentran a su paso. El asunto es que uno de los ex niños es ahora Presidente de EE.UU. (Kevin James) y recluta a sus viejos amigos (Adam Sandler y Josh Gad) para que salven el mundo jugando. Se suma a la operación el gamer campeón de aquellos años de infancia: Eddie Plant (Peter Dinklage), un enano con ego gigantesco.
Lo mejor de “Pixeles” son sus minutos iniciales, ambientados en los 80 y repletos de referencias a juegos y tecnologías en desuso. Y lo peor es un Sandler que no puede distanciarse de sus gastadas muletillas y toques de sentimentalismo. Por lo menos, esta es una comedia que supera a las que ha protagonizado en los últimos años. Un gracioso ejercicio de nostalgia que, pese a sus logros, se ve debilitado cuando tiene que adoptar los mecanismos del cine de acción.
Vale la pena, sin embargo, revisar el corto del que nace la película, un trabajo de animación experimental dirigido por Patrick Jean en el año 2010.
IDEAL PARA: Los que alguna vez jugaron Tele-Pong