Con una carrera irregular, pero destacable dentro de una cinematografía italiana que se ha vuelto cada ve más comercial y televisiva, Nanni Moretti ha abordado temas como las relaciones humanas, la política, los procesos creativos y los sinsabores de la pérdida a través de películas personales como “Abril” o “La habitación del hijo”, por la que obtuvo la Palma de Oro en Cannes. No es de extrañar que “Mia Madre” abra entonces con una revuelta de obreros que, como descubriremos a los pocos segundos, está siendo recreada por Margherita (Margherita Buy), directora de cine que enfrenta los desafíos de un nuevo rodaje. Como alter ego del mismísimo Moretti, la realizadora manifiesta la idea de que el cine debe trascender el mero entretenimiento y acoger asuntos que marquen al espectador.
La demandante filmación —agravada por los caprichos de un arrogante actor norteamericano (un gracioso John Turturro)— coincide con un hecho que aflige particularmente a la cineasta: la decaída salud de su madre, quien agoniza en un hospital.
Con estos asuntos sobre la mesa, y reservándose el papel del hermano de la protagonista, Moretti reflexiona sobre la maternidad (Margherita debe lidiar al mismo tiempo con las complicaciones generadas por una hija adolescente), la ferocidad de la muerte y, por supuesto, su propio cine. A pesar de lo último, el ego-trip del italiano es esta vez más moderado que en ofertas anteriores. “Mia Madre” lleva definitivamente su marca pero está pensada para un público amplio, concebida como una historia conmovedora y realista en la que el dolor se ve aligerado por un humor que a ratos roza la parodia. Solo Moretti puede combinar estos contrastes y salir airoso. Más allá de todo, su cine es un improbable y fascinante claroscuro.
IDEAL PARA: Escuchar un buen soundtrack que incluye a Arvo Pärt y Leonard Cohen.
“MIA MADRE”
Reparto: Margherita Buy, John Turturro, Nanni Moretti.
Dirección: Nanni Moretti.
Italia/Francia, 2015.
Duración: 106 minutos.
Todo espectador.