Por Ernesto Ottone R.
Ministro Presidente del CNCA
La definición de la Ley de Presupuesto 2016 supone una ecuación compleja. Todas las múltiples demandas ciudadanas revisten importancia. Pero los cambios sociales están sujetos a una serie de contingencias que exigen, tanto de las autoridades como de la ciudadanía, paciencia y flexibilidad. Este cuadro considera la renovación del compromiso de actuar en la dirección prometida, no a pesar de todo, sino que en consideración del todo. Ante la desaceleración de la economía, el gobierno de la Presidenta Bachelet ha debido generar una estrategia para conservar las orientaciones éticas y el programa que le valió la confianza de los chilenos y chilenas, y revisar los plazos y estrategias para alcanzar las reformas. Por ello, para el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes el crecimiento real de un 13,3% respecto de 2015 es un salto significativo y esperanzador, y una señal fuerte de un gobierno que nuevamente, posiciona la cultura como un ámbito prioritario.
Chile requiere avanzar hacia un modelo de sociedad más igualitaria, donde las brechas se acorten hasta convertirse en diferencias que nos enriquezcan y nos hagan más fuertes. El rol de la cultura en esta tarea es fundamental, y en el CNCA estamos comprometidos con el desafío de hacer de ella un derecho. Este de incremento presupuestario es un voto de confianza de la sociedad, que ha tomado conciencia de cómo su calidad de vida mejora al contar con acceso y participación en los espacios culturales y artísticos.
Una de las principales novedades para 2016 será la creación del programa Orquestas Profesionales Regionales, que impulsará la formación profesional de excelencia para nuestros músicos, apoyando de manera permanente a las orquestas de Temuco, Valdivia, Marga Marga, Concepción, La Serena y el Maule. Otro énfasis estará en el fomento y desarrollo del arte y las culturas de los pueblos originarios y la comunidad afrodescendiente de Arica y Parinacota.
Ad portas del ingreso de la indicación sustitutiva al proyecto de ley que creará el nuevo Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, debemos seguir robusteciendo nuestra institucionalidad cultural, de la mano de un proyecto mayor de Estado que mira y crece junto a todos quienes lo componen.