A Johnny Depp le gusta la transformación física, al punto de quedar irreconocible. En “Pacto Criminal” se quita pelo, se lo tiñe de rubio y usa unos recargados lentes de contacto que le dan una mirada siniestra. Es que la intimidación es característica fundamental de su nuevo personaje: el mafioso James “Whitey” Bulger, líder de una banda criminal, integrada por descendientes de irlandeses, que hizo de las suyas en el Boston de los 70 y 80.
Todo gracias a la vieja amistad de Bulger con John Connolly (Joel Edgerton), un agente del FBI que se transformó en su cómplice a cambio de información útil para cazar a otros delincuentes de la zona. La impunidad del criminal está también asegurada por su hermano William (Benedict Cumberbatch), un importante senador de Massachusetts.
Con habilidad, humor negro y violencia, el director Scott Cooper (“Corazón rebelde”) construye un dinámico y entretenido entramado de corrupción que cuenta con una amplia galería de actores secundarios (Kevin Bacon, Peter Sarsgaard, Dakota Johnson, Juno Temple, Adam Scott).
Por su dinámica, y las canciones que emplea para retratar una época, la cinta recordará inevitablemente al Scorsese de “Buenos muchachos”, referente ineludible a la hora de retratar las costumbres, excentricidades, vicios y códigos de honor propios del crimen organizado.
A pesar de sus méritos, Depp ya no puede escapar de la artificialidad visual que alguna vez acogió como método. A ratos parece el personaje de un sketch humorístico perdido en una película de vocación realista. No hay nada malo con la caracterización, pero menos maquillaje le vendría bien.
IDEAL PARA: Conocer la sorprendente historia de uno de los hombres más peligrosos de EE.UU.
“PACTO CRIMINAL”
(“Black Mass”)
Dirección: Scott Cooper.
Reparto: Johnny Depp, Joel Edgerton, Benedict Cumberbatch, Dakota Johnson, Kevin Bacon.
EE.UU., 2015.
Duración: 122 minutos.
Mayores de 14 años.