La Alianza y su tarea para el 2014
La reacción frente a la derrota en cada partido ha sido distinta. En la UDI se procesan la tensión, las críticas y las responsabilidades hacia adentro, a veces con dureza, pero con la necesaria reserva de quienes ante todo han decidido seguir caminando juntos; en RN este mismo proceso ha sido acompañado de críticas destempladas […]
La reacción frente a la derrota en cada partido ha sido distinta. En la UDI se procesan la tensión, las críticas y las responsabilidades hacia adentro, a veces con dureza, pero con la necesaria reserva de quienes ante todo han decidido seguir caminando juntos; en RN este mismo proceso ha sido acompañado de críticas destempladas hacia el Gobierno, de renuncias de parlamentarios y dirigentes, junto a la creación de movimientos que buscan abrir espacio para nuevos electores en la coalición de derecha.
Esta fragmentación partidaria en RN, que sin duda debilita, se justifica sólo si cumple con su promesa fundacional de convocar a esos nuevos electores y liderazgos, que antes no habían votado o trabajado por la Alianza por no encontrar un movimiento o partido que los identificara. Si no es así, de estas divisiones sólo quedará el costo de no haber sabido resolver la tensión interna.
Tanto en RN como en la UDI, la mayoría de los diagnósticos de fondo a estas alturas son compartidos: la responsabilidad en la derrota electoral del Gobierno y de los presidentes de partido, unida al déficit político permanente de no querer institucionalizar la coalición política, dejando a las directivas cada una preocupada casi exclusivamente de su propio interés y sin avanzar con una estrategia común.
Si vamos revisando las derrotas parlamentarias, e incluso la presidencial, un rasgo dominante es que donde uno de los partidos es mayoritario, el otro deja de competir, abandonando en la práctica el objetivo común de elegir al menos un parlamentario en ese distrito o circunscripción. No existe hoy en la Alianza un fuerte ánimo de ser verdaderos socios, los liderazgos actuales acumulan demasiadas recriminaciones mutuas, historias de desencuentros y heridas personales que se han traducido en guías de acción política, con todo el daño que esto va generando. Esto, tal vez más que otros factores, explica los pobres resultados en las urnas.
En sentido contrario, pese a los propios errores, en el Gobierno se ha logrado generar una cultura transversal de cooperación entre los militantes de los distintos partidos y los independientes. La obligación de hacer un buen gobierno ha generado una cercanía humana en torno a un desafío común, y estos miles de personas que asumieron las tareas de gobierno en todo el país son un capital indispensable para cualquiera que mire con honestidad y ganas de mejorar el futuro de la Alianza.
Son muchos los que sienten que la renovación de liderazgos y de conducción política es necesaria, caras nuevas que permitan recuperar confianza tanto al interior de los partidos, como entre ellos y el electorado. Esto no puede postergarse, sino que debe ser asumido como parte de los cambios que inician este año.
Sobre la base de este capital humano, con experiencia y vocación de ser gobierno, los partidos debiesen estar cuidando y convocando desde ya para formar parte de los procesos de renovación interna, de la construcción de las propuestas y programas, a quienes, con conocimiento práctico de muchos de los problemas del país, serán clave para tener un oposición con gran capacidad fiscalizadora en cada ministerio, servicio o repartición pública. ¿Quiénes mejor que ellos, que lograron construir juntos respetando sus diferencias partidarias, son un cimiento que puede corregir el espíritu de división y canibalismo permanente de algunos caudillos?
Si la Alianza quiere mirar su futuro con esperanza, debe entender que sus desafíos pasan por resolver correctamente muchos de los fenómenos que vivirá este año, y que su capacidad de entenderlos y aprovecharlos será la que defina si puede reconstruirse rápidamente como alternativa de gobierno o deberá pasar un largo tiempo en la oposición.