La reflexión de la Alianza
Pasada las elecciones, los partidos de la Alianza han entrado en un natural proceso de autocrítica derivado de la derrota en ambas contiendas. La UDI tuvo su consejo directivo ampliado este fin de semana pasado y RN tendrá su encuentro el próximo. La semana que acaba de concluir se conoció la renuncia a esta última […]
Pasada las elecciones, los partidos de la Alianza han entrado en un natural proceso de autocrítica derivado de la derrota en ambas contiendas. La UDI tuvo su consejo directivo ampliado este fin de semana pasado y RN tendrá su encuentro el próximo. La semana que acaba de concluir se conoció la renuncia a esta última colectividad de tres diputados, lo que viene a sumarse a la anterior dimisión del senador Antonio Horvath, y a los anuncios de senadores y ministros que han hecho públicas sus dudas acerca de su permanencia en el partido.
No hay duda de que el oficialismo está golpeado. Concluye un gobierno que sólo puede evaluarse como muy exitoso en su gestión, ya que luego de un terremoto atroz debió enfrentar una situación económica internacional especialmente adversa, una caída sostenida en los ingresosdel cobre y los movimientos sociales que se levantaron como un fenómeno de intensidad desconocida hasta ahora. Si hay algo en que todos los análisis coinciden es en que Chile cambió, y la expresión de ese cambio se vivió intensa y nítidamente en los últimos cuatro años.
Pese a todo lo anterior, el Gobierno puede mostrar resultados notables en muchos frentes: reconstrucción, empleo, crecimiento, mejora fiscal, aumento impresionante de los beneficios sociales (especialmente en educación superior), entre otros. Y el Presidente termina con una evaluación muy favorable, si se miran los parámetros internacionales de comparación.
Pero la derrota electoral del oficialismo fue rotunda. Nunca estuvo en duda que Michelle Bachelet ganaría la elección presidencial, pero haber perdido prácticamente todos los quórums en el Congreso plantea una situación inédita. Entender cuáles son las causas de esta derrota y, por ende, qué hay que hacer para enmendar el rumbo parecen ser las tareasdel momento para la UDI y RN.
Sin embargo, se perciben diferencias en la manera en que ambas colectividades enfrentan el momento o, al menos, lo que concentra sus energías. En la UDI hay una discusión más de fondo sobre el proyecto político y su estrategia, el debate gira en torno a la identidad del partido. Los últimos tiempos han dejado heridas entre sus miembros, pero nadie amenaza con irse. RN, en cambio, parece estar en un punto terminal en cuanto a todo lo que tiene que ver con la convivencia interna; se percibecomo un partido fracturado entre quienes adhieren a su timonel, Carlos Larraín, y quienes encuentran su referente en el Presidente Piñera.
Lo de RN conjuga al mismo tiempo —personalizado en los mismos actores— diferencias en la forma de relacionarse internamente y procesar sus diferencias, con desacuerdos respecto del proyecto, puesto que en ese partido convive una vertiente muy conservadora (que encarna Larraín) con otra liberal muy relevante, que encarnan los diputados que acaban de renunciar.
La forma en que ambos partidos superen este momento será vital para que puedan constituir una oposición útil para el país y que se pueda levantar como alternativa competitiva en cuatro años más. La Alianza necesita partidos cohesionados internamente y capaces de formar coalición, aunque no es buen camino intentar forzar una convivencia interna que se ha hecho imposible.
También es bueno que surjan nuevas colectividades como Evópoli (Felipe Kast y Luciano Cruz-Coke), Democracia Regional (Horvath, Cantero y Bianchi) y Amplitud (Rubilar, Browne y Godoy). Paradójicamente, todas tienen sus orígenes en RN, el ex partido delPresidente Piñera, y todos tratan de encauzar el creciente electorado liberal que se identifica con la derecha.
Esto hay que mirarlo como una oportunidad y demanda que todos —partidos antiguos y nuevos— tengan espíritu de coalición y miren más al futuro que al pasado. El principal desafío, al igual que lo que ha sido en la historia del sector, será postergar los egos e intereses individuales en función de construir un proyecto colectivo.