Futuro de la centroderecha
Esta semana se cumple el primer mes del nuevo gobierno y han sido él y sus pasos iniciales el centro natural de la atracción mediática. Pero, pese a la desmejorada situación de la Alianza, por la cual algunos proponen darle otro nombre -el alcalde De la Maza lo dice también de la UDI-, allí se […]
Esta semana se cumple el primer mes del nuevo gobierno y han sido él y sus pasos iniciales el centro natural de la atracción mediática. Pero, pese a la desmejorada situación de la Alianza, por la cual algunos proponen darle otro nombre -el alcalde De la Maza lo dice también de la UDI-, allí se registran movimientos. En los dos partidos grandes cambiarán las directivas con candidatos (la novedad: nada fratricidas) que defienden la competencia interna, sin listas consensuadas, y piden que sea con “un militante, un voto”. Se suma una eventual revisión de sus declaraciones de principios, previo cuestionario a los militantes en el caso de la UDI, en cuyo núcleo histórico no faltan partidarios de postergar además la elección. En RN, el Instituto Libertad difundió un amplio texto doctrinario “para el futuro” y este jueves se reunirá con Libertad y Desarrollo y la Fundación Jaime Guzmán para coordinarse, invitando además a los nuevos centros de estudio del sector: Horizontal, IES, Res Pública y Avanza Chile, la fundación de Sebastián Piñera.
En la UDI, el senador Víctor Pérez pide recuperar la vocación popular que la situó como el partido más votado, y enfatiza la continuidad doctrinaria con propuestas actuales. El diputado Ernesto Silva llama a una etapa de cambios sin perder los valores y el estilo originales, pero anticipando los cambios sociales y revisando el proyecto político. En RN, cuesta captar los motivos de fondo que separan al senador Francisco Chahuán del diputado Cristián Monckeberg. Ambos integran la actual directiva y el diputado declara superadas sus diferencias con su presidente, Carlos Larraín, pero se ve en una línea más de centro, que “refresque” a la derecha y cambie el “cosismo” por las ideas. Chahuán (que asimila su caso al de Víctor Pérez) opta por una mayor regionalización y defensa de los desposeídos y la clase media, aunque los dos con una declaración de principios orientada hacia el futuro.
Sin embargo, el gran desafío de la centroderecha es el de rearmarse políticamente en una coalición más amplia y mejor coordinada, por sobre los proyectos personales. De ahí la importancia de los movimientos Evópoli y Amplitud, pequeños pero con llegada a la creciente ola liberal. Con el primero, ello parece viable por los contactos anteriores con RN, lo que no ocurre en el segundo con los parlamentarios que dejaron el partido, a quienes Carlos Larraín critica su disposición a apoyar por su cuenta proyectos de la Nueva Mayoría, incluso en materia tributaria, donde la Alianza pide más aclaraciones del ministro Arenas.
El presidente de Evópoli, Luciano Cruz-Coke, procura, como partido, una acción unitaria de la centroderecha y su diputado Felipe Kast se integró a la bancada RN, pero no ve posible en el corto plazo una fusión con Amplitud, aún en etapa inicial y menos definida en cuanto oposición. Los diputados de ese grupo Godoy y Browne, por su parte, creen necesaria la unión, pues no ven espacio para dos colectividades en el centro liberal. Para la posible coalición subsisten además las desconfianzas entre RN y sus “díscolos” emigrados. El otro gran tema pendiente es el estilo de la oposición al Gobierno, sus objetivos y sus límites. Un paso significativo al respecto será el comienzo del diálogo esta semana con las sucesivas entrevistas de las directivas de RN y la UDI con la Presidenta Michelle Bachelet.