El ejemplo de la BBC
“La industria televisiva británica ha alcanzado una gran calidad con una TV pública competitiva, innovadora y con identidad propia”.
Por Juan Carlos Altamirano
www.altamiranocelis.cl
A raíz de la promulgación de la esperada Ley de TV Digital, es interesante observar cómo la BBC aún continúa adaptándose a esta nueva era. Sobre todo, cómo intenta responder a las expectativas y demandas de los contribuyentes que pagan por una televisión pública de excelencia en la sociedad digital.
Los ingleses tienen claro que si desean continuar siendo un país de “clase mundial”, es fundamental tener mayor cultura en su principal medio de comunicación. En este sentido, el mandato impartido por el Directorio fue bien claro cuando nominó al nuevo director ejecutivo, Lord Hall, para encabezar los cambios requeridos: (1) “aumentar nuestra diferenciación, (2) cada programa debe tener el sello distintivo de calidad de la BBC, (3) asegurar que la programación represente el conjunto del Reino Unido”. Como si esto fuera poco, recientemente el Parlamento recortó el presupuesto de la BBC. Entonces, ¿cómo la nueva administración enfrentará el desafío de bajar costos junto con satisfacer la demanda por mayor cultura y calidad?
La estrategia sería la siguiente: reforzar el World Service y poner las grandes artes, como dijo Hall, “en el corazón de lo que hacemos (…) en todo el espectro de nuestra programación”. Con esto en mente, la BBC está dedicada a establecer alianzas con las principales instituciones culturales de Gran Bretaña. Entre otras iniciativas, está creando “Space”, un canal online donde la BBC llevará a la pantalla los eventos, exposiciones y creaciones financiadas por el Art Council (similar a nuestro Consejo Nacional de la Cultura y las Artes). Este compromiso daría a la “alta cultura” la misma relevancia de la “cultura popular”. Una señal nada menor en la TV actual.
En cuanto al desafío de bajar costos, Hall decidió cerrar uno de sus canales digitales —la BBC3— dedicado a la programación juvenil. Desde el próximo año, la entretención juvenil será reducida y emitida online a través de la plataforma iPlayer. En otras palabras, a expensas de la entretención light y del cierre de una señal digital, decidieron privilegiar la entrega de mayor calidad y cultura a través de sus buques insignia tradicionales: BBC1 (canal generalista), BBC2 (canal cultural) y World Service (canal informativo). A su vez, continúan reforzando la televisión personalizada, apostando por la difusión online. De hecho, la BBC Education funciona como plataforma por demanda.
Estas transformaciones tuvieron un efecto inmediato en el resto de la TV británica. Channel 4 y Sky Televisión, ambos canales privados, anunciaron que reforzarían sus áreas de arte y cultura. La televisión comercial inglesa se ve obligada continuamente a equilibrar su oferta, de tal modo que la cultura, la información y la calidad no queden monopolizadas por la red pública. Por su parte, la BBC logra ejercer este liderazgo representando una alternativa a la TV comercial y compitiendo por el rating masivo, gracias a su capacidad para reinventarse y adaptarse a los cambios de época. Un canal público incapaz de interpelar la diversidad y los cambios sociales/culturales de un país está destinado al fracaso. Así pues, la industria televisiva británica ha alcanzado una gran calidad con una TV pública competitiva, innovadora y con identidad propia.
Por cierto, el desafío de reinventarse, de llevar las artes y la cultura a la gran audiencia es muy complejo. La ventaja comparativa de la BBC es que cuenta con algunos de los mejores talentos del mundo: profesionales, artistas y creativos con mucha experiencia y conocimiento. Muchos canales públicos fracasan en la tarea de constituir un equipo directivo y creativo capaz de llevar a la pantalla exitosamente la misión de servicio público que la sociedad les encarga. Así de simple.