Defensa de la Asamblea Constituyente
Señor Director: En vísperas del Plebiscito de 1980, cuya denuncia como un proceso viciado y fraudulento carente de toda seriedad le costó el exilio a Andrés Zaldívar, el ex Presidente Eduardo Frei Montalva en su discurso del Teatro Caupolicán, al que asistió el futuro Presidente Sebastián Piñera, llamó a una Asamblea Constituyente para la elaboración […]
Señor Director:
En vísperas del Plebiscito de 1980, cuya denuncia como un proceso viciado y fraudulento carente de toda seriedad le costó el exilio a Andrés Zaldívar, el ex Presidente Eduardo Frei Montalva en su discurso del Teatro Caupolicán, al que asistió el futuro Presidente Sebastián Piñera, llamó a una Asamblea Constituyente para la elaboración de una nueva Constitución sobre la que refundar nuestra destruida democracia. Dicha aspiración conserva plena vigencia hasta el presente y así lo ha entendido la ciudadanía y la militancia de los partidos de la Concertación de Partidos por la Democracia en su momento. El congreso ideológico del Partido Socialista se pronunció por una Asamblea Constituyente para darnos una nueva Constitución. Lo mismo acordó el último congreso ideológico de la Democracia Cristiana, así como los restantes partidos de la Concertación, lo que demuestra que el obstruccionismo hacia el ejercicio del poder constituyente originario no está en la militancia concertacionista, sino en las cúpulas partidarias, conformadas estas por una oligarquía de caciques, operadores y mandamases de los partidos de la Nueva Mayoría, que no representa para nada a su militancia ni a quienes votan, como lo demuestra el fracaso de candidaturas esperpénticas en el último proceso de renovación legislativa, como la de Camilo Escalona en el PS, de Hosaín Sabag en la DC o de Víctor Manuel Rebolledo en el PPD.
Rafael Cárdenas Ortega