Más y mejores fiscales
Señor Director: Con demasiada frecuencia me he encontrado con fiscales del Ministerio Público que desean hacer muy bien las cosas y que deben sacrificar mucho para hacer bien su trabajo: su tiempo, familia, energías y hasta su seguridad personal. Sin embargo, la falta de personal, sumado a la fuga de muchos buenos fiscales, hace que […]
Señor Director:
Con demasiada frecuencia me he encontrado con fiscales del Ministerio Público que desean hacer muy bien las cosas y que deben sacrificar mucho para hacer bien su trabajo: su tiempo, familia, energías y hasta su seguridad personal.
Sin embargo, la falta de personal, sumado a la fuga de muchos buenos fiscales, hace que ingresen algunos con ganas de ascender muy rápido o que, con el afán de ganar los juicios y alcanzar las metas, se desdibujan en el rol público asignado, cual es representar a la sociedad para restablecer el orden quebrantado. Además de incentivos no siempre adecuados, algunos recurren a argucias para obtener una condena, incluso al filo de la ética que debe primar en toda litigación.
Cuidemos a las instituciones asignándoles los recursos y los controles externos adecuados para que, producto de conseguir las metas a cualquier precio, no terminemos preguntándonos “quién me cuida de mis persecutores”.
Rodrigo Toledo M.
Abogado Penalista