Luchadores ocultos
Señor Director: Llevo dos semanas viendo el programa de televisión “Luchadores”, en el cual se hace un seguimiento a personas que necesitan un trasplante, a fin de retratar todo su proceso. A veces termina bien, a veces mal, pero todos son igualmente luchadores. Lamentablemente, el programa es transmitido tan tarde que estos luchadores permanecen escondidos […]
Señor Director:
Llevo dos semanas viendo el programa de televisión “Luchadores”, en el cual se hace un seguimiento a personas que necesitan un trasplante, a fin de retratar todo su proceso. A veces termina bien, a veces mal, pero todos son igualmente luchadores.
Lamentablemente, el programa es transmitido tan tarde que estos luchadores permanecen escondidos y es poca la gente que sabe de ellos. No sólo quién requiere el transplante es el héroe o heroína, sino que la familia que hay detrás. La angustia que viven se prolonga, en muchos casos, innecesariamente. Múltiples oportunidades de donación se frustran porque desconocemos el calvario por el que pasan estas familias que mueren en espera de un órgano. Quizás podríamos empatizar mucho más si programas como “Luchadores” pudieran ser transmitidos en el horario prime, que hoy por hoy está lleno de peleadores y ningún luchador.
Constanza Lichtemberg