Protocolo de Acuerdo: un primer gran paso, pero cuidado con los eslógans
Por Alfonso Swett
El 8 de julio se firmó el protocolo de acuerdo tributario en la Comisión de Hacienda del Senado. ¡Era impresionante ver cómo parlamentarios y autoridades se esforzaban para salir bien en la foto! El 15 de julio el Senado aprobó en general la reforma tributaria por 33 votos a favor. ¡Gran avance en el Senado que hay que aplaudir! Sin embargo después de este primer gran paso, la prudencia es muy necesaria.
Por Alfonso Swett
Presidente consejo
asesor nacional
Clapes UC
El 8 de julio se firmó el protocolo de acuerdo tributario en la Comisión de Hacienda del Senado. ¡Era impresionante ver cómo parlamentarios y autoridades se esforzaban para salir bien en la foto! El 15 de julio el Senado aprobó en general la reforma tributaria por 33 votos a favor. ¡Gran avance en el Senado que hay que aplaudir! Sin embargo después de este primer gran paso, la prudencia es muy necesaria. Hay que ser cuidadosos con ciertos mensajes que se están dando, que nos alejan de la realidad. Las celebraciones excesivas y las explicaciones en base a eslógans son una nota preocupante y dañina. Hay 3 eslógans que me preocupan. Que esta reforma no tendrá costos para el crecimiento y la clase media. Que esta reforma termina con el FUT. Que las pymes estarán mejor ahora que antes.
En primer lugar, esta es una reforma tributaria que tendrá costos para el crecimiento. Esto se debe a que redundará en menor ahorro privado y menor inversión. Un cálculo plausible (aunque tal vez me quede corto) es una disminución de crecimiento de cerca de medio punto, por esta reforma. O sea, para nuestro país que está creciendo cerca del 3%, al implementarse esta alza, pasará a crecer más cerca del 2,5%. Entonces; ¿cómo se puede afirmar que esta reforma tendrá CERO costo para el crecimiento? Estas son malas noticias para la clase media que es tremendamente dependiente del crecimiento económico (en 4 años se pueden perder 50 mil empleos), a la que le queda muy poco espacio para ahorrar y que vive de su ingresos laborales mensuales.
En segundo lugar, está reforma no elimina el concepto del FUT, sino que sólo elimina el registro y disminuye el crédito a través de un sistema semi-integrado. Este sistema semi-integrado mantiene el concepto de renta distribuida (FUT), equivalente al Impuesto de primera categoría (27%) + impuestos finales + crédito. Para eliminar el registro del FUT y mantener el concepto del FUT, se establece este crédito que es equivalente al 65% de la tasa vigente del impuesto de primera categoría al momento de retiro o distribución. El establecer este punto de la tasa vigente es el que elimina el registro del FUT; lo que permite mantener el eslogan de que una parte muy importante del corazón de la reforma se mantiene al eliminar el registro del FUT. Pero da la impresión que esto tiene problemas de diseño, porque hay empresas que hoy usan un crédito del 10% (o incluso cero) al usar su FUT histórico, pero que ahora van a poder reconocer un crédito del 17,5% (65% de 27).
Posiblemente esta es una de las razones de por qué se tuvo que subir el impuesto de primera categoría del 25% del proyecto inicial de Hacienda al 27% del protocolo de acuerdo. ¿Cuál es la alternativa? Mantengamos el registro pero disminuyamos la tasa del 27% al 26% para afectar menos el crecimiento económico.
En tercer lugar esta reforma no es mejor para las Pymes. Como dijo Juan Araya (dirigente de la Conapyme), las Pymes sólo pasaron del infierno al purgatorio. ¡Las medianas empresas son las grandes ganadoras con las famosas 100.000 UF! Las empresas no acogidas al 14 Ter, o sea las micro y pequeñas acogidas al 14 Bis y Quáter, son las grandes perdedoras. Según los registros del Servicio de Impuestos Internos (SII), al tercer trimestre de 2013 había 61.066 microempresas que habían solicitado su incorporación al régimen 14 Bis. Bajo este régimen, que hoy se ha eliminado erróneamente, estas microempresas tributaban en base a retiro. O sea, a ellas se les subió el impuesto de primera categoría del 0% al 13,5%. ¿Cómo pueden decir que estas microempresas quedaron mejor? En el caso del régimen tributario 14 Quáter (principalmente para pequeñas empresas), al tercer trimestre del 2013 había 87.826 pequeñas empresas que habían solicitado su incorporación a este instrumento. Estas pequeñas empresas podían invertir con beneficio tributario hasta el 100% de sus utilidades, está ahora disminuye al 50%. ¡O sea quedarán un 50% peor! Estamos hablando de muchísimas micro y pequeñas empresas que quedan peor que antes.
En conclusión, en primer lugar aplaudamos con mucho entusiasmo este primer gran paso del Senado (que tanto bien nos ha hecho en pro de la institucionalidad). En segundo lugar, no nos apuremos con los abrazos y celebraciones, porque aún falta mucho por mejorar y perfeccionar de este protocolo. En tercer lugar, por favor, pongamos los argumentos económicos serios por sobre la propaganda DE TRIUNFO de corto plazo.