Gastos y democracia
Señor Director: No puedo dejar de reconocer la sensatez del llamado del editorial de este lunes sobre el peligro de argumentar que destinar más recursos a las instituciones de la democracia es de por sí negativo. Un eslogan que prende como yesca en una ciudadanía desencantada del hacer político, que confunde la praxis presente con […]
Señor Director:
No puedo dejar de reconocer la sensatez del llamado del editorial de este lunes sobre el peligro de argumentar que destinar más recursos a las instituciones de la democracia es de por sí negativo. Un eslogan que prende como yesca en una ciudadanía desencantada del hacer político, que confunde la praxis presente con la necesidad permanente de tener eficientes y legítimos espacios de deliberación.
Lo dijimos en la reciente crónica “Fin del sistema binominal, una cuestión de variables”: “Mejoremos los procedimientos, la fiscalización, pero más y mejor democracia bien vale un esfuerzo económico. Opacar la necesidad de robustecerla mediante su desprestigio demuestra una visión miope (o interesada) de la forma en que tomamos las decisiones de interés público”.
Y sobre el rol del Comité de Asignaciones Parlamentarias, junto a los sociólogos Colombina Schaeffer y LeonardoValenzuela, planteamos recientemente en Ciper Chile que se requiere un estudio independiente para establecer montos diferenciados a la luz de los importantes contrastes geográficos, demográficos y sociales de los distintos distritos y circunscripciones del país.
Patricio Segura Ortiz
Periodista