Velasco: La peor carta presidencial para la DC
Por Juan Cristóbal Portales
“Tiene mucho más asidero para la DC trabajar liderazgos que reencanten a un electorado medio y popular”.
Por Juan Cristóbal Portales
Investigador Escuela de Periodismo Universidad Mayor
La ministra Rincón y Mariana Aylwin han insinuado en días recientes la posibilidad de que su partido lleve un candidato como Velasco, en apariencia cercano a una visión de país y electorado DC. Pero, ¿qué tan pertinente es esa opción?
Primero y a nivel político-programático, la evidencia muestra que es una mala idea. Mientras la agenda reformista de Velasco se juega en la defensa de las libertades personales y de los temas llamados “valóricos” (sin anteponer las condiciones de equidad que posibilitan dichas libertades), una mayoría DC discute los pilares solidarios desde donde lo valórico se juega en plenitud. Mientras Velasco hace política sobreexplotando un discurso de desconfianza hacia el Estado y sus instituciones que raya en lo populista, la DC, bien o mal, intenta reconducir el “arte de lo posible” desde la vida partidaria, sus bases de apoyo social, un diálogo parlamentario y una interpelación del Ejecutivo definida desde su domicilio en la centroizquierda.
Lo anterior también se ve reflejado a nivel político-electoral. El voto de Velasco, antes que con un electorado DC o de centroizquierda, se correlaciona de forma positiva con el de la Alianza en general y con el votante de RN en particular (Corvalán y Cox, 2013). El votante de RN, de acuerdo con los últimos resultados municipales y parlamentarios, dista mucho de concentrarse en las comunas más pobres y con peores perspectivas educativas. La DC presenta un problema similar a nivel municipal. Triplica el número de alcaldes elegidos en las 20 comunas más ricas y con mejores resultados PSU en relación con las 20 comunas más pobres y con peores índices educativos (obtiene 17% y 5%, respectivamente).
Por lo tanto y pensando no sólo en una presidencial, tiene mucho más asidero para la DC trabajar liderazgos que reencanten a un electorado medio y popular, con una convicción auténticamente valórica o reformista en lo social, antes que endosar un apoyo a candidaturas con el perfil de Velasco. Incluso, tendría más sentido para varios militantes DC arrancar de las filas velasquistas que de las de su propio partido.