Fantasmas en las calles
Sergio Landskron Silva, muerto en circunstancias aún no totalmente aclaradas por la explosión de una bomba la semana pasada, ha sido descrito por las versiones oficiales y de la familia, como alguien que vivía “en situación de calle”. ¿Qué significa realmente este eufemístico término? En Chile, 12 mil personas viven actualmente en la calle. Esta […]
Sergio Landskron Silva, muerto en circunstancias aún no totalmente aclaradas por la explosión de una bomba la semana pasada, ha sido descrito por las versiones oficiales y de la familia, como alguien que vivía “en situación de calle”.
¿Qué significa realmente este eufemístico término?
En Chile, 12 mil personas viven actualmente en la calle. Esta cifra, divulgada por el Hogar de Cristo y el Ministerio de Desarrollo Social, no es exacta ni describe su diversidad. Estas personas no suelen ser censadas, oficialmente son invisibles, y como sabemos poco de ellas, por lo general nuestra ignorancia es reemplazada por prejuicios. Vivir en la calle es sinónimo de alcoholismo, drogadicción, problemas mentales o algún tipo de estrambótica y voluntaria desidia personal.
Calle Link es una organización formada por voluntarios, que busca generar políticas públicas para la gente en esta situación. Según ellos, sólo el 7% de la gente que vive en la calle tiene esquizofrenia, y sólo el 15% alcoholismo.
La Ministra de Desarrollo Social, María Fernanda Villegas, dijo en julio que el Estado no es suficiente para hacerse cargo de este grupo.
Son invisibles. Fantasmas para el sistema gubernamental de ayudas e, incluso, para las organizaciones convencionales de caridad y filantropía privada.