Financiamiento de la política
“Depender de las donaciones genera una relación insana entre la política y el dinero”.
Por Mariana Aylwin
No deja de ser sorprendente que el senador que más recursos recibió de donaciones reservadas de empresas haya sido Guido Girardi: más de 500 millones de pesos que representaron el 66% del gasto total de su campaña electoral por Santiago Poniente. Lo sigue el senador Andrés Allamand con un poco menos. Ambos gastaron más de 750 millones de pesos. ¡Vale oro la circunscripción Santiago Poniente! Sería interesante saber cuáles fueron los montos recibidos por los candidatos que perdieron.
Lo que sí es evidente es que o se tiene dinero propio o se depende de estas donaciones, lo cual genera una relación insana entre la política y el dinero y, lo que es peor, debilita la democracia. Raya para la suma: ser senador o diputado puede ser muy caro y dependerá de cuántos recursos reservados obtenga de donaciones empresariales . Hay casos en que estas donaciones financiaron casi el 100% del gasto del candidato o candidata (Ena Von Baer, Felipe Kast, Ernesto Silva).
Según la información que se ha hecho pública, entre los diez senadores elegidos que recibieron los mayores aportes, hay cinco de la Nueva Mayoría y cinco de la Alianza. En cambio, entre los diez diputados con más donaciones de empresas, no hay ninguno de la Nueva Mayoría. En la elección del 2013 las empresas habrían aportado 22 mil millones de pesos entre las candidaturas presidencial y parlamentaria. Una suma considerable.
Es poco probable que las donaciones sean un gesto gracioso de las empresas y desconocido por los candidatos o partidos beneficiados. Imaginemos el ejercicio de los candidatos postulando a ser electos, dedicando parte de su tiempo a pedir votos en las calles y , otra parte, a recorrer empresarios y/o empresas para financiar sus campañas. Con seguridad, aquellos que consiguen más donaciones reservadas son los que tienen mayores redes. Pero, además, la ciudadanía no tiene por qué descartar, que dichos aportes puedan estar condicionados a compromisos posteriores. Las donaciones no son totalmente “reservadas”, los candidatos saben quiénes le donan y la reserva es sólo ante la gente. Por lo tanto, el sistema genera legítimas suspicacias y termina por deteriorar aún más la imagen de políticos y empresarios.
Por eso, la indicación presentada por los diputados Jackson y Mirosevic en la Cámara de Diputados para terminar con las donaciones de empresas es un paso en el sentido correcto. No estoy abogando por un sistema más transparente, sino que más democrático. La participación en una elección tiene que ser posible para aquellas personas que no cuentan con recursos ni redes. Hoy día, que se habla tanto de igualdad, igualemos la cancha de la competencia electoral no sólo con la reforma al binominal, sino que también con un financiamiento público que permita competir en igualdad de condiciones.