Prudencia para gobernar
Por Nicolás Monckeberg
“El ex Presidente Piñera, que según el ministro Peñailillo “destruyó la salud pública”, inauguró 24 hospitales, tres veces más que la Presidenta (8) en su anterior periodo”.
Por Nicolás Monckeberg
Diputado RN
Hace unos días, el ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, llamó al ex Presidente Sebastián Piñera a actuar con “tino y prudencia”, haciéndole una serie de imputaciones falsas, que —en aras de la prudencia— es necesario aclarar, pues no hay mayor “desatino” para una autoridad que faltar a la verdad.
El ex Presidente Piñera, que según el ministro Peñailillo “destruyó la salud pública”, inauguró 24 hospitales, tres veces más que la Presidenta (8) en su anterior periodo. Bachelet habilitó 31 centros de salud familiar, Piñera, 65. Para atender dichos centros, Bachelet formó 1.201 especialistas. Piñera, prácticamente el triple (3.184).
Para educación, Bachelet destinó US$ 8.900 millones. Piñera en igual periodo US$ 13.000. Mientras la actual Presidenta se conformó con una subvención al alumno prioritario de $61.000, una subvención escolar preferencial para 700.000 alumnos vulnerables y un crédito a universitarios con tasa del 6%, Piñera incrementó la subvención de alumno prioritario a $95.000, extendió la preferencial a 1.100.000 alumnos y bajó el CAE al 2%.
El gobierno que según Peñailillo destruyó las instituciones no fue el de los falsos enfermos en Curepto, ni el del escándalo de Chiledeportes, ni el de los 167 casos de corrupción conocidos por la Contraloría General de la Republica, ni el de la malversaciones en el Consejo de la Cultura, ni el que humilló a miles de chilenos con la implementación improvisada del Transantiago, entre otros.
El deterioro brusco de nuestra economía no se va a revertir con estas frases de Peñailillo, ni de otros 5 ministros. Menos tergiversando información que en materia económica es indesmentible. Hasta el primer trimestre de 2014, se creaban 200.000 empleos por año. Sin embargo, sólo en estos últimos 4 meses, 90 mil personas han perdido su trabajo.
Las críticas del ex Presidente Lagos al Gobierno por la falta de decisión política de las actuales autoridades son elocuentes. Hoy se escucha al Ejecutivo llamando a construir alianzas público-privadas para enfrentar la desaceleración económica, pero hace pocas semanas las mismas autoridades dejaron sin efecto concesiones legalmente aprobadas de hospitales públicos, generando una completa incertidumbre. Entonces: ¿a quién corresponde pedirle tino y prudencia?