Una nueva educación
Señor Director: Me parece que la solución a las ganas de los jóvenes estudiantes secundarios por aprender y estudiar radica en cambiar los objetivos de nuestro sistema educacional, el cual está basado cada vez más en repasar contenidos para una prueba selectiva por sobre formar jóvenes íntegros y con deber cívico. Esto me parece que […]
Señor Director:
Me parece que la solución a las ganas de los jóvenes estudiantes secundarios por aprender y estudiar radica en cambiar los objetivos de nuestro sistema educacional, el cual está basado cada vez más en repasar contenidos para una prueba selectiva por sobre formar jóvenes íntegros y con deber cívico. Esto me parece que se produjo porque separamos la educación de la felicidad de ellos, cuando en realidad ambas debiesen ir de la mano. Impusimos un modelo a los jóvenes por sobre proponer un proyecto a largo plazo con el que ellos pudiesen desarrollarse y estar contentos con lo que hacen. Con esto los privamos de su libertad de expresión y de la creatividad.
Me pregunto: ¿Por qué no dirigir la educación al estudio de cómo ser felices? ¿Por qué no lograr una conexión entre las materias y los intereses de los estudiantes? Darles la libertad para escribir sobre lo que les gusta, motivar la lectura a través de los intereses que estos tengan por sobre obligarlos a leer libros que quizás no son tanto de su agrado, realizar clases más prácticas que teóricas.
Joaquín Aguad M.