Empleo y desaceleración
“El daño de la desaceleración ha llegado con más fuerza a los emprendedores y compañías más vulnerables”.
La Presidenta Bachelet anunció en cadena nacional que se crearían 139 mil empleos durante el próximo año. La meta, que no es del todo ambiciosa considerando que el promedio de los últimos años ha sido 250 mil, asume el estado de desaceleración de la economía, y abre la puerta para plantear dos temas: la importancia del impacto de la desaceleración en el mercado laboral (tema que ha estado en segundo plano, pese a ser socialmente de la mayor relevancia) y la baja del empleo en pymes, que evidencia el daño que la falta de dinamismo de la economía provoca a los sectores más vulnerables.
Con respecto al primer tema (la desaceleración), si bien las cifras no han sido auspiciosas, no reflejan aún la magnitud del impacto que habrá sobre los trabajadores. El INE informó que en el trimestre junio-agosto la tasa de desocupación subió a 6,7%, su mayor nivel desde 2012. Ya había señales de alerta, porque las remuneraciones crecen cada vez más lento y las horas trabajadas también se contraen, y son un paso previo a los despidos y a la mayor tasa de desempleo. Los expertos llaman a mirar más allá de la cifra y alertan sobre el hecho de que la ocupación apenas crece (0,7%) y que va de la mano de una fuerza de trabajo debilitada. La calidad del empleo también es preocupante: más del 30% de la fuerza de trabajo (es decir, 2,8 millones de trabajadores) están desocupados, trabajan por cuenta propia o son asalariados sin contrato. En este escenario, parece clave replantear las señales que se dan al sector privado, en especial luego del cierre de la reforma tributaria. Hasta ahora las noticias de los proyectos laborales que serán enviados a fin de año no serían un impulso al mercado laboral, sino que más bien lo hacen menos flexible y dinámico. Es de esperar que las señales de los indicadores marquen el debate y la llamada “cuarta” reforma del gobierno de Bachelet entre en el momento indicado y dentro de un marco de cuidado de la cantidad y calidad del empleo.
Respecto del segundo tema, una de las informaciones más preocupantes del empleo es el impacto que ha tenido la desaceleración en las pequeñas y medianas empresas. Según cifras de Fuerza Emprendedora, las pymes perdieron 32 mil empleos entre junio y agosto de este año, mientras que en las grandes empresas se crearon casi 14 mil puestos de trabajo. El daño de la desaceleración ha llegado con más fuerza a los emprendedores más vulnerables, lo que es sin duda un punto a considerar en el debate.
Las cifras de empleo aún no han generado la alerta que deberían generar. Es clave que sean leídas con cuidado para ver que la marcha de la economía está siendo en desmedro de las empresas más vulnerables, y de ahí la necesidad de poner la reforma laboral en contexto. Estos resultados abren la puerta para volver a poner énfasis en la focalización del gasto social en medio del debate del Presupuesto, ya que serán los menos capacitados los más dañados en el ciclo laboral que viene.