Miedo frente al ébola
“Las autoridades y los medios de comunicación tienen la responsabilidad de evitar generar pánico colectivo”
El mundo se ha alarmado con el brote del ébola, que resurgió en África y logró cruzar las fronteras de otros continentes. Chile no ha quedado ajeno a esta problemática. La semana pasada, un posible caso de contagio en el Hospital Barros Luco -luego descartado- generó una razonable sensación de temor en la población.
La cordillera de Los Andes, que siempre actuó como un biombo natural, se ve cada vez más etérea con los procesos de la globalización y la masificación de los vuelos internacionales. No podemos estar ajenos a una epidemia de esta envergadura, y debemos estar preparados en caso de que el virus llegase a cruzar nuestra frontera. Sin embargo, es importante evitar la sobrerreacción y comprender los verdaderos alcances de esta enfermedad.
Contraer el ébola es difícil. Se ha alertado a la población de que este virus podría mutar para ser contagiado a través del aire y las vías respiratorias, pero esto es sólo una posibilidad. Por ahora la enfermedad se transmite únicamente a través del contacto directo con fluidos corporales.
Las autoridades y los medios de comunicación tienen la responsabilidad de evitar generar pánico colectivo, poniendo énfasis en otorgar la debida información acerca de la prevención y control.
Más que sembrar la preocupación, es vital el establecimiento de protocolos con estándares internacionales e informar debidamente a la ciudadanía acerca de las formas de contagio y las medidas de prevención. Las autoridades deben encargarse de que todos los chilenos sepan qué hacer en caso de la sospecha de un contagio, qué medidas tomar y cuáles son los centros de salud habilitados para contener esta enfermedad en nuestro país.
De lo contrario, corremos el riesgo de repetir lo sucedido con el manejo de la información durante la expansión del virus AN1H1 en 2009. En esa ocasión, el senador Guido Girardi vaticinó 100 mil muertes en nuestro país, provocando una histeria colectiva. Luego, el gobierno gestionó una masiva compra del antiviral Tamiflu que no fue utilizado, generando una pérdida de alrededor de 3 mil millones de pesos.
El miedo puede convertirse en nuestro peor enemigo, y sólo será apaciguado a través de grandes esfuerzos para restaurar la confianza pública en instituciones médicas. El ébola no ha llegado a Chile. En estos tiempos hay que luchar en contra del terror y en pos de la prevención, pues en este caso, tal y como dijo Roosevelt, a lo único que debemos temer es al temor mismo.