Segunda mirada: Ébola y Zeus
El mito griego de Prometeo relata la repartición de las fortunas entre las especies luego de la creación. Así, dotó a unos de garras y colmillos, y a otros de gran tamaño. Pero Epimeteo, el encargado de la repartición, dejó olvidado al hombre. Zeus, entonces, les otorgó el sentido moral y la justicia, para que […]
El mito griego de Prometeo relata la repartición de las fortunas entre las especies luego de la creación. Así, dotó a unos de garras y colmillos, y a otros de gran tamaño. Pero Epimeteo, el encargado de la repartición, dejó olvidado al hombre. Zeus, entonces, les otorgó el sentido moral y la justicia, para que juntos pudieran defenderse de la naturaleza.
Pero en estados de emergencia, como la gran epidemia que azota a África hace ya varios meses, el instinto de supervivencia individual desplaza la moral, y es cuando el hombre sucumbe ante sus instintos. Es lo que ilustra Camus en “La peste”, que relata cómo una ciudad intenta sobrevivir una epidemia de cólera, en que se demuestra cómo el ser humano se enfrenta al absurdo de su propia irracionalidad.
Frente a las miles de muertes en África, hoy se confirmó que la enfermera española contagiada se curó. También el fotógrafo inglés. El real problema de esta epidemia no es la enfermedad. Algunos piensan que es el dinero; otros, la tecnología. Pero realmente es el miedo ante nosotros mismos.