Sínodo y familia
Señor Director: El Papa Francisco nos ha animado con la apertura del Sínodo de la Familia a asumir la tarea de cuidar la viña y a trabajar por ella. Las Asambleas sinodales no sirven para discutir ideas brillantes y originales, o para ver quién es más inteligente. Han de servir para cultivar y guardar mejor […]
Señor Director:
El Papa Francisco nos ha animado con la apertura del Sínodo de la Familia a asumir la tarea de cuidar la viña y a trabajar por ella.
Las Asambleas sinodales no sirven para discutir ideas brillantes y originales, o para ver quién es más inteligente. Han de servir para cultivar y guardar mejor la viña del Señor y cooperar en su sueño, su proyecto de amor por su pueblo.
Hoy el Señor nos pide que cuidemos de la familia, que desde los orígenes es parte integral de su designio de amor por la humanidad. A los pastores y a quienes participan directamente en el Sínodo les toca hacerlo en primera persona, generosamente, con verdadera libertad y humilde creatividad, y a los demás, acompañarles con la oración de toda la Iglesia, sabedores de que es mucho y muy importante lo que está en juego.
Valentín Abelenda Carrillo