Aborto
Señor Director: Agradezco la carta de Camilo Escobar del día miércoles, en respuesta a la mía del lunes. Sin ánimo de polemizar, quisiera aclarar que en nuestro país cualquier mujer embarazada puede recibir el tratamiento necesario para curarse de una enfermedad mortal, aunque se ponga en riesgo la vida del niño que está por nacer. […]
Señor Director:
Agradezco la carta de Camilo Escobar del día miércoles, en respuesta a la mía del lunes. Sin ánimo de polemizar, quisiera aclarar que en nuestro país cualquier mujer embarazada puede recibir el tratamiento necesario para curarse de una enfermedad mortal, aunque se ponga en riesgo la vida del niño que está por nacer. La ley chilena no sanciona esa acción médica si el hijo muere, porque se trata de una consecuencia no buscada.
Por esto, no es necesario introducir en nuestra legislación el mal llamado aborto “terapéutico”, sino apoyar a las madres con embarazos vulnerables, que muchas veces son presionadas a terminar con la vida de su hijo. No podemos olvidar el dolor que se les inflige al inducirlas a seguir ese camino. Ojalá nuestros esfuerzos como sociedad estén destinados a prevenir este drama social en lugar de impulsarlo, conscientes de que el verdadero desarrollo consiste en el respeto de los derechos humanos de todos, tanto de la madre como del niño por nacer.
Jorge Echeverría