Alberto Bachelet
Concuerdo plenamente con lo expresado en la carta del martes por don Igor Contreras Jeria, sobrino político de don Alberto Bachelet. Ese distinguidísimo general vistió con gran honor y mucho orgullo el uniforme azul. Sin embargo, en un momento crucial de su vida, se vio ante la encrucijada de continuar perteneciendo a la FACh o […]
Concuerdo plenamente con lo expresado en la carta del martes por don Igor Contreras Jeria, sobrino político de don Alberto Bachelet. Ese distinguidísimo general vistió con gran honor y mucho orgullo el uniforme azul.
Sin embargo, en un momento crucial de su vida, se vio ante la encrucijada de continuar perteneciendo a la FACh o comprometer parte de sus actos y sus ideales, de una manera más bien romántica y confiada, para ayudar a rectificar la catástrofe social, política y económica que vivía Chile el 73.
Conozco muy bien a la reducida familia aérea y me atrevo a asegurar que lo ocurrido hace 40 años al general Bachelet no fue más que la consecuencia de su apasionado idealismo, que lo llevó a descuidar las formas, los protocolos y la lealtad hacia su institución y la patria, actuaciones que habrían servido de fundamento para la grave y deshonrosa acusación que se le formuló.
Desgraciadamente, si nos apegamos estrictamente a la ley, el general Bachelet tuvo actuaciones públicas desafortunadas que, en su momento se calificaron de la forma tan drástica que todos conocemos, lo cual resultó tan ineludible como lamentable.
Francisco Donoso Aracena