Japón vuelve a las urnas
“El plan del Primer Ministro Abe ofrece la mejor posibilidad de levantar a la tercera economía del mundo”.
El martes pasado, el Primer Ministro japonés, Shinzo Abe, anunció elecciones anticipadas para el 14 de diciembre, lo que dejó a muchos ciudadanos perplejos, pues todavía no ha cumplido la mitad de su actual mandato y su apoyo popular, si bien ha bajado del altísimo nivel que gozaba al comienzo de su gobierno, sigue en torno al 50 por ciento del electorado.
Hace dos años, el Partido Liberal Demócrata de Abe y su aliado, el Partido Komeito, ganaron una sólida mayoría de 325 de los 480 escaños en la Dieta, la Cámara Baja y más poderosa del Parlamento. Su triunfo se debió a su plan para revitalizar la economía de Japón con medidas que apodaron como sus “tres flechas”: incrementar los gastos fiscales; una política monetaria más suelta del Banco Central; y reformas para flexibilizar su mercado laboral y abrir su economía al mundo.
Los primeros indicadores fueron muy positivos. La bolsa subió 60 por ciento en su primer año; el sobrevalorado yen bajó un 25 por ciento mejorando los resultados de sus empresas, que dependen fuertemente de las exportaciones, y la economía creció a un ritmo anual del 3,5 por ciento en el primer trimestre del nuevo gobierno.
La “Abenomía” estaba funcionando y, más importante, los japoneses habían recuperado su confianza en la economía, ya que la mayoría del crecimiento se debió al consumo doméstico. El Primer Ministro anunció que “Japón está de vuelta”, y sumó una política exterior más asertiva, particularmente frente a China por el control del espacio aéreo y marítimo en torno a islas que ambos reclaman.
Ese éxito inicial está mostrando señales de debilidad. El lunes se reveló que la economía se había contraído a un ritmo anual del 1,6 por ciento en el tercer trimestre de este año, luego de caer a un ritmo del 7,3 por ciento entre abril y junio. El país había entrado en su cuarta recesión económica desde la crisis del 2007 debido a una medida heredada del gobierno anterior, el alza del IVA del 5 al 8 por ciento en abril, que había frenado el consumo. El Primer Ministro Abe ha decidido postergar una segunda alza del IVA, del 8 al 10 por ciento, programada para octubre próximo, y utilizó este cambio para justificar el adelanto de las elecciones nacionales.
Abe y su coalición no corren mayor riesgo de perder los comicios, y un nuevo mandato lo fortalecerá en las elecciones internas por el liderazgo de su partido que deberá enfrentar el próximo septiembre. Su plan económico merece ser respaldado ya que ofrece la mejor posibilidad de levantar a la tercera economía del mundo de sus dos décadas de estancamiento, y ningún otro potencial rival ha presentado una alternativa viable.