Nuevas extensiones del Metro
La población de San Bernardo es de alrededor de 307 mil habitantes, la de Quilicura de 204 mil, y la de El Bosque de 163 mil.
Esta semana, la Presidenta anunció un estudio para concesionar la nueva línea 7 del Metro de Santiago, junto con la expansión en la línea 2 hacia El Bosque y San Bernardo y de la línea 3, aún en construcción, hasta Quilicura. Las obras de la línea 2 contemplan una extensión de 5 kilómetros y 4 nuevas estaciones, y se iniciarán en 2017, mientras que la construcción de la línea 3 contempla hoy 3 nuevas estaciones en una ampliación de unos 4 kilómetros, trazado que comenzará su construcción en 2016.
Esta expansión es a todas luces un avance positivo, porque da conectividad a zonas aisladas como Quilicura, El Bosque y San Bernardo, que hoy cuentan sólo con buses. Sin embargo, plantea desafíos sobre cómo se va a soportar el aumento de la demanda, con todos esos nuevos usuarios. La población de San Bernardo es de alrededor de 307 mil habitantes, la de Quilicura de 204 mil, y la de El Bosque de 163 mil.
Todos ellos llegarán a la línea 1, donde harían conexión, que ya está colapsada en su horario peak . Al respecto, el ministro de Transportes y Telecomunicaciones, Andrés Gómez-Lobo, anunció que cuando se inaugure la línea 3 y las extensiones de la línea 2, la línea 6, hoy en construcción, ya debería estar muy avanzada. La idea principal de la construcción de la línea 6 responde al impulso de descongestionar la línea 1, aunque el mes recién pasado el Gobierno puso término al contrato de una de las constructoras.
Es preciso considerar los problemas de mantención que tuvo el metro este año en dos ocasiones. Una fisura en la línea 4 suspendió temporalmente el servicio, y una falla energética en la línea 5 provocó una evacuación de emergencia de 50 mil personas. A partir de este hecho se le pidió la renuncia al gerente de mantenimiento del Metro, y se realizó una auditoría con el fin de “evaluar y tener un plan de mantenimiento”, al parecer, inexistente.
Hay muchos factores que considerar antes de inyectar una densidad importante de nuevos usuarios a las líneas del Metro de Santiago. Esta expansión es a todas luces un beneficio, para miles de personas, pero estos avances deben venir con planes para resguardar la seguridad de los usuarios y el funcionamiento expedito del transporte público.